A Olvita Palomeque, diputada de Morena, no le hubiera gustado no nacer, pero a muchas mujeres les hubiera gustado no morir por no tener la libertad de decidir sobre su propio cuerpo. El martes 20 de noviembre, la diputada de Morena en Chiapas se pronunció en contra del aborto legal, después de compararlo con un feminicidio porque “es un tema muy difícil, ¿no?. Sobre todo porque somos mujeres y el tema del aborto es como si abogamos por el feminicidio, calificamos al feminicidio, pero el aborto también es una vida desde el momento que está concebido”, argumentó la diputada local.
En Chiapas, la diputada de Morena Olvita Palomeque Pineda cree que no le hubiera gustado no haber nacido (sic). A nosotras no nos gusta que las mujeres se mueran por abortos inseguros. #AbortoLegalYa pic.twitter.com/RqaCvlQcH8
— GIRE (@GIRE_mx) November 21, 2018
El diputado Marcelo Toledo Cruz, por el mismo partido, también enunció que sólo debe interrumpirse el embarazo únicamente cuando la vida de las mujeres corre peligro.
Agregando que “ningún ser humano tiene derecho a arrebatarle la vida a otro”, sin tomar en cuenta o ignorando que al no despenalizar el aborto se les está arrebatando la vida a miles de niñas y mujeres.
El día de ayer por la tarde, mujeres de la Campaña Estatal por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito Chiapas defendieron el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, durante la Instalación de la Comisión de Igualdad de Género en el Congreso del Estado de Chiapas. Después de ejercer su legítimo derecho de manifestación y expresión de sus ideas ante el Congreso, la reacción fue cancelar la reunión diciéndoles que “ojalá nunca vuelvan”.
A pesar de que en México se permite la interrupción del embarazo bajo ciertas circunstancias limitadas, muchas mujeres y niñas siguen siendo víctimas de los prejuicios e ideologías que les anula el derecho de decidir sobre ellas mismas. Está estipulado que mujeres y niñas víctimas de violación sexual tienen derecho a acceder a la interrupción del embarazo, pero todavía se les cuestiona y se les construyen barreras que no les permiten tener acceso a este servicio.
Durante la intervención que realizaron las activistas de Chiapas, Karen Dianne Padilla, integrante de la organización Iniciativas Feministas y autora del libro de poesía Miedo al Bikini, enunció el comunicado que estaban listas para pronunciar ante las y los diputados, quienes les negaron el derecho a manifestarlo. A través de las redes sociales, subieron este documento.
La cuarta causa de muerte materna en nuestro país sigue siendo el aborto clandestino. “Es muy ingenuo pensar que, porque se prohíbe, se elimina una práctica que se ha llevado a cabo en todas las sociedades humanas”, expresan en el comunicado.
En México y en el mundo las mujeres siempre han abortado, no es noticia nueva ni una moda. La clandestinidad ha sido el acceso fácil e inmediato ante una sociedad que oprime nuestros derechos como personas capaces de elegir, si queremos o no, gestar una vida dentro de nuestros cuerpos. El acceso seguro a la interrupción del embarazo es, sin duda, un privilegio que muy pocas mujeres gozan en nuestro país. Existen miles de niñas y mujeres que ni si quiera tienen conocimiento sobre sus propios derechos, por las condiciones socioeconómicas en las que viven y por los dogmas religiosos en los que se encuentran atrapadas. Lo cual recalcan en el comunicado: “legalizar (el aborto) sería una forma de garantizar las condiciones óptimas para que todas las mujeres, no únicamente las de clases altas, puedan abortar de forma segura y sin exponerse a ir a la cárcel”.
La criminalización del aborto sigue siendo una de las principales causas por la que las prisiones para mujeres siguen llenándose.
“Asesina no es la mujer que decide abortar. Asesinas y asesinos son quienes legislan en contra de los derechos humanos, basados en prejuicios y posicionamientos morales e ideologías religiosas que violan el Estado laico. Las diputadas y diputados que se han negado a participar en los Foros sobre derechos reproductivos que ha organizado la sociedad civil para acercarlos a información científica prefieren condenar a las mujeres, cuando pudieran evitar nuestras muertes”.
El camino ha sido largo para la lucha feminista, pero los gritos enfurecidos y desesperados por ser escuchados no han descansado y ni descansarán hasta ser más allá de un eco, sino una realidad. La despenalización del aborto va más allá de escribirse en un papel que muy pocos leerán y cumplirán. La lucha está en que el pensamiento deje de censurar nuestros cuerpos con ideologías y represiones.
El cambio que buscamos las feministas está en nuestra forma de pensar y en cómo vemos al mundo que nos rodea. El feminismo busca ser una realidad que trascienda las leyes, busca instalar la equidad en los ojos de todas y todos para que nadie vea hacia abajo o hacia arriba, sino a la par de los demás.