De acuerdo con una investigación de The New York Times, un día después del homicidio del corresponsal de La Jornada en Sinaloa y fundador del semanario Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas, colegas suyos recibieron mensajes que aseguraban que su victimarios habían sido atrapados. Se trataban en realidad de mensajes maliciosos creados por Pegasus, un software que el gobierno de México compró a una empresa israelí para vigilar a académicos, activistas, periodistas y sus familiares.
“Creo que querían buscar entre nuestras conversaciones y mensajes pistas sobre el asesinato de Javier, pero estamos totalmente en contra”, dijo al NYT el cofundador y director de noticias de Ríodoce, Ismael Bojórquez. “Nada obtenido ilegalmente debería usarse en una investigación y particularmente nada que venga de quienes están involucrados profesional y emocionalmente con la víctima”.
Una investigación de Citizen Lab señala que el gobierno mexicano utilizó el programa (originalmente diseñado para espiar criminales y terroristas) para espiar a al menos una veintena de ciudadanos que cumplían funciones importantes en redacciones, instituciones de derechos humanos y anticorrupción. Los colegas de Javier Valdez recibieron mensajes con ligas a páginas de internet. Al darles clic, Pegasus se infiltró en sus celulares, respaldando su información personal en una base de datos del gobierno. Detallaron que cada “licencia de infección” tendría un costo aproximado de 77 mil dólares.
De acuerdo con la organización Artículo 19, 47 periodistas han sido asesinados desde que Peña Nieto llegó a la presidencia en 2012. “Pensábamos que un periodista tan prestigioso como Javier era intocable”, dijo Bojórquez al NYT. “Cuando mataron a Javier, entendimos que podían matar a cualquiera. Entendimos que el paradigma se había roto”.
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