Luego de 15 meses de abandono a los habitantes de la Ciudad de México, por parte del supuesto gobierno de Miguel Ángel Mancera, hoy senador del PRD sin estar afiliado a dicha organización, la nueva jefa capitalina, Claudia Sheinbaum, puso en operación el programa de reconstrucción para los damnificados del sismo de 2017.
¿Dónde quedaron los casi 7 mil millones de pesos que, aparentemente, estaban destinados para esa imprescindible tarea? Nadie lo sabe. Pero entre el equipo mancerista y los excongresistas de esta ciudad, Mauricio Toledo y Leonel Luna, hubo una convivencia para desaparecer esa gran cantidad y, lo peor, dejar en la inclemencia y la indefensión a miles que actualmente habitan casas de campaña o han podido tener cobijo con parientes y amigos. Una verdadera tragedia que debe castigarse severamente.
Afortunadamente, el jueves 20 de diciembre, el comisionado para la reedificación, César Cravioto, acudió a los multifamiliares que están en calzada de Tlalpan y puso en operación las primeras medidas para que todos los afectados puedan regresar a tener un hogar. La tarea llevará dos años, pero los ciudadanos saben que ahora sí hay esperanza de volver a tener una morada en forma.
Claudia ha señalado que se restituirán todas las viviendas afectadas, que los apoyos no se verán obstaculizados por la burocracia, ninguna familia se quedará sin atender y, lo más importante, no se endeudará a los que padecieron el siniestro. En este último caso, debemos recordar que Mancera para hacer más negocios, intentaba que los damnificados contrataran créditos con las inmobiliarias, muchas de ellas ligadas a sus negocios.
Entre Cravioto y los que sufrieron los daños de la naturaleza, se pondrán de acuerdo para elegir a las constructoras que harán el trabajo lo más rápido posible y de manera eficiente. Algo que muestra, claramente, la nueva etapa que estamos viviendo en la Ciudad de México en esta Cuarta Transformación.