Acompañado de su esposa Melania, y de manera sorpresiva, el presidente norteamericano Donald Trump aterrizó en la Base Aérea Al-Asad en Irak este miércoles para reunirse con líderes militares de Estados Unidos y “agradecerles por su servicio, su éxito y su sacrificio y para desearles Feliz Navidad”, de acuerdo con la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Se trató de “una visita sorpresa a nuestros valientes miembros del servicio de Estados Unidos actualmente desplegados en Irak”, afirmó, por su parte, la vocera de Melania Trump.
De acuerdo con distintos medios norteamericanos, Trump les agradeció a los soldados por “la casi eliminación del califato territorial de ISIS (Estado Islámico) en Irak y Siria” y reflexionó que “hace dos años, cuando asumí la presidencia, ISIS era un grupo muy dominante. Hoy ya no son tan dominantes. Gran trabajo. Miré un mapa y hace dos años había mucho rojo en todo el mapa y ahora tienes un par de lugares pequeños y eso sucedió de manera muy rápida”.
A 15 años de la invasión norteamericana en Irak y después de ordenar el retiro de los 14 mil soldados estadounidenses desplegados en Afganistán y de los 2 mil soldados en Siria, se esperaba que Trump ordenara el retiro de los 5 mil efectivos en Irak, pero no anunció nada.
A cambio, afirmó que “Estados Unidos no puede seguir siendo el policía del mundo. Estamos dispersos por todo el mundo. Estamos en países en los que la mayoría de las personas ni siquiera han oído hablar. Francamente, es ridículo”.
La situación en Irak sigue siendo muy delicada, a pesar de que desde 2003 el dictador Saddam Hussein fue defenestrado. En su punto máximo de la invasión, las tropas de Estados Unidos en esta nación se elevaron a 166 mil efectivos. Después de que la misión de combate terminó en 2010, durante el gobierno de Barack Obama, sólo se quedaron 5 mil efectivos militares.
