Un día después del accidente en el perdieron la vida la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y el senador, Rafael Moreno Valle, en redes sociales, principalmente en Twitter, usuarios denunciaron el incremento de cuentas automatizadas que volvieron tendencia el hashtag #AMLOASESINO, con el que pretendían posicionar información falsa y responsabilizar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por el accidente en el que fallecieron cinco personas. Entre el lunes y el martes, el hashtag se coronó en las tendencias de Twitter con al menos 70 mil tuits.

En respuesta, integrantes de la bancada de Morena, así como personajes que apoyaron al partido durante la campaña, repelieron el ataque con el hashtag #ConLaTragediaNo, que rebasó los ochenta mil tuits.

Las cuentas que difundieron el hashtag #AMLOASESINO planteaban, en sus mensajes, teorías de conspiración y señalaban que AMLO había cobrado una venganza contra Erika Alonso y Rafael Moreno Valle porque el candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, había librado una batalla legal para cancelar las elecciones en las que resultó victoriosa la panista. Asimismo, difundieron información falsa (como un video del desplome helicóptero), que fue desmentida por integrantes de Morena. En el caso del video fue Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien dedicó un tuit a desmentir el material.

“El Gobierno de México sabrá honrar su responsabilidad: esclarecer a plenitud el lamentable suceso.Es importante evitar la especulación y las noticias falsas”, escribió Durazo.

De acuerdo a la organización Artículo 12, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), es el pionero en la generación de cuentas falsas para difundir masivamente información que desestabilice situaciones políticas. En el informe “Datos Personales e Influencia Política”, que realizaron con el apoyo de Tactical Technology Collective (TTC), explican la forma en la que el PRI, a través de los bots, ejerce presiones políticas en sus adversarios.

“Nuestra hipótesis postula que el PRI, después de las elecciones para Gobernador del Estado de México del 2011, se convirtió en el partido que marcó la diferencia en el antes y el después de las campañas electorales en entornos digitales en México”, reza el informe.

Destacan que éstas prácticas se volverán cada vez más recurrentes en periodos electorales o coyunturas políticas, como la que se presentó el pasado 24 de diciembre.

Esto también sucedió durante las campañas electorales, cuando un ejército de bots buscó posicionar la cuenta del candidato priista, José Antonio Meade. A través de la aplicación Twitter Audit, que permite verificar la autenticidad de los seguidores, un análisis arrojó que 702,829 de los 747,000 seguidores de Meade eran bots. La cuenta se dedicaba a hacer una campaña de publicidad fraudulenta con la etiqueta #YoConMeade.  Se comprobó además que la cuenta oficial de Meade en Twitter, @JoseAMeadeK, tenía 216,353 seguidores falsos: 25% del total. En julio pasado, tras una purga que realizada por Twitter, los líderes del PRI perdieron la mayoría de sus seguidores por tratarse de cuentas falsas.

“Aunque el INE tiene la capacidad de auditar los gastos en publicidad digital de los partidos políticos, incluyendo redes sociales, el INE no tiene permitido restringir o incidir en la libertad de expresión en redes sociales o en las actividades de los usuarios de Internet. Como resultado, los partidos políticos adaptan actualmente prácticas tradicionales en entornos digitales, tales como el clientelismo, la publicación y difusión de noticias falsas y la contratación de empresas que ofrecen servicios de bots y trolls”, apunta el informe.

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