“Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego, no vamos a enfrentar la violencia con la violencia sino ir a las causas del problema y dar alternativas”, sentenció el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la conferencia para informar sobre la tragedia de Tlahuelilpan, Hidalgo, que hasta el momento ha dejado 66 muertos y 77 heridos, tras la explosión y el incendio provocado por el sabotaje al ducto de Tuxpan-Tula.
López Obrador lamentó mucho lo sucedido y afirmó que “todo esto es muy doloroso, pero también muy aleccionador” y descartó suspender el Plan contra el Huachicoleo que dio a conocer desde el 27 de diciembre pasado. Insistió en evitar las medidas coercitivas.
“Claro que va a seguir el plan… Me duele lo que sucedió. Esto se toleró desde hace varios gobiernos. Sé que con estas lecciones dolorosas, lamentables, la gente va a dejar estas prácticas”, afirmó.
En la conferencia de prensa, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, informó que a las 16:50 horas del viernes 18 de enero el personal de Pemex reportó a la Secretaría de la Defensa una perforación ilegal del ducto. Después de las 17 horas se acercaron cientos de pobladores. Por la presión del ducto hubo “grandes dimensiones” de gasolina que se arrojó.
A las 18:50 horas, se anunció que hubo una explosión y que “habían personas fallecidas y heridas”, reportó Fayad. Actualmente se atienden a los heridos en los hospitales de la entidad y de la Ciudad de México.
El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, afirmó que antes de la perforación del 18 de enero hubo diez atentados anteriores en el mismo ducto. El anterior sucedió el 18 de diciembre y también se registró una explosión.
Romero Oropeza subrayó que este ducto es “muy importante” porque distribuye combustibles de la refinería de Tuxpan a Tula y de ahí se redistribuye a Salamanca y a otras zonas de Jalisco. Son 70 mil barriles diarios que se transportan a través de este ducto.
El viernes 18 de enero se estaba “empacando” el ducto, es decir, se le estaba suministrando de producto, gasolina Premium, con otro ingrediente de “alto octanaje” cuando ocurrió la perforación ilegal.
El secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval explicó que a lo largo de ese ducto hay una “fuerza de vigilancia” de 25 elementos militares cada 20 kilómetros. Fueron estos 25 soldados quienes inicialmente trataron de evitar que se acercara la gente.
“Veinticinco personas no pudieron contener a una gran cantidad de personas que se acercaron por cientos a robar la gasolina”, indicó el titular de la Defensa. “Evitamos la confrontación”, subrayó.
El fiscal general Alejandro Gertz Manero afirmó que “evidentemente fue intencional” el ataque al ducto y el incendio fue un segundo momento. Dijo que es un delito muy grave, que se penaliza con 20 a 30 años de prisión, y que se realizarán las investigaciones a partir de los testimonios que se levantaron en el lugar de los hechos.
“Las personas más cercanas fallecieron”, indicó Gertz Manero e hizo una invitación a los testigos para que den su testimonio.