La organización Semáforo Delictivo anunció que el año pasado fue el más violento en los últimos diez años, con 28 mil 816 homicidios, equivalente a 90 muertes por día. En relación con el periodo de 2017, esta cifra representa un incremento del 15 por ciento.
En conferencia de prensa Santiago Roel, presidente de Semáforo Delictivo, subrayó la urgencia de crear una reforma que regule el consumo de drogas en México para quitarle este mercado a la delincuencia organizada.
Asimismo, en su reporte anual declaró que 24 de las 32 entidades manifestaron un incremento significativo en la tasa de homicidios, siendo que Guanajuato tuvo un aumento 1 141 por ciento, Quintana Roo de 113 por ciento, Jalisco 47 por ciento, Baja California de 35 por ciento y Nayarit con 32 por ciento.
Por su parte, los estados que tuvieron un descenso en la comisión de homicidios fueron Baja California Sur con menos 73 por ciento, Sinaloa con menos 23 por ciento, Veracruz tuvo un menos 20 por ciento, Durango menos 17 por ciento y Colima con menos 12 por ciento.
Sin embargo, las entidades con menores tasas en este delito fueron Yucatán con 2.2, Aguascalientes con 5.7, Hidalgo con 6.9, Campeche con 7.4 y Coahuila con 7.6. Esto en erelación con la tasa mundial de homicidios, la cual es de 6.2 por cada 100 mil habitantes.
El presidente de Semáforo Delictivo, Santiago Roel, afirma que el 80 por ciento de los homicidios que se registraron fueron cometidos por el control territorial del mercado de drogas.
Nos preocupa muchísimo que no se acabe de entender el tema por parte de la nueva administración y ahora, además, se insista en la militarización de la Guardia Nacional. La regulación de drogas es la manera correcta de combatir al crimen organizado y la única manera de regresar al ejército a los cuarteles. Creímos que el presidente y su equipo lo entendían así, pero vemos que han tomado la dirección contraria y ahora, se incrementa el riesgo al elevar la militarización a rango constitucional, señaló durante la rueda de prensa.
También abundó en su reporte que, hubo crímenes que disminuyeron notablemente, como fue el caso de ejecuciones en un 22 por ciento, homicidio 15 por ciento, feminicidio en un 13 por ciento, violación con un 8 por ciento, extorsión en un 6 por ciento, violencia familiar en un 5 por ciento y el robo a vehículos en un por ciento.