Swipa levanta la mano derecha y le hace una seña al público, que inmediatamente responde con una ovación: momentos antes, De’Aaron Fox ha lanzado una asistencia de costa a costa, tras un fallo a bocajarro por parte de los 76ers de Filadelfia, jugada que siguió a una en la que Fox había anotado tres puntos a la antigua: tras una falta, después de un tiro que le valió dos puntos, el tercero vino desde la línea de libres. Dice Carlos Morales, de ESPN, que los titulares no son los que inician los partidos, sino los que cierran los encuentros que se definen por una o dos posesiones: y, en Sacramento, esa apretada victoria contra Fili, los titulares eran de la joven columna vertebral: Willie Cauley-Stein, Marvin Marvelous Bagley III, Buddy Buckets Hield, y De’Aaron Swipa da Fox. El quinto jugador, la excepción que cumple la regla: Iman Shumpert, con 8 años en la liga. Los demás llegaron en algún momento entre 2015 y 2018 a la NBA. En la grada, el gerente general Vlade Divac, quien revitalizó a los Kings a principios de los 2000, resopla aliviado cuando Bagley anota el tiro libre que pone dos posesiones de distancia entre un equipo y otro: quedan menos de 30 segundos en el reloj y la distancia parece definitiva.
Para la ciudad de Sacramento, en California, la postemporada vuelve a ser una realidad palpable después de una ausencia de 12 años: esta racha es la más larga; detrás están los Phoenix Suns, que no conocen de playoffs desde 2010. En 2006, la última vez que Sacramento estuvo en la liguilla por el título, los Kings fueron eliminados en primera ronda por los Spurs de San Antonio, en una serie con cuatro partidos a favor de los tejanos y 2 a favor de los Reyes. Ese año, Miami resultó campeón después de derrotar a los Dallas Mavericks, y Dwayne Wade fue nombrado Jugador Más Valioso de la serie. Este año, con poco más de cincuenta partidos disputados, Sacramento registra más victorias que toda la temporada anterior.
De’Aaron Fox ha jugado este año como si fuese un veterano con muchos años sobre sus hombros –en realidad es un sophomore que llegó a la liga al mismo tiempo que Jayson Tatum y Donovan Mitchell–. Seleccionado en el puesto 5 del draft del 17, Swipa ha mantenido o mejorado sus números en comparación al año anterior: desde los minutos por partido (31.4 contra 27.8) hasta los intentos de tiros de campo acumulados durante el año (750 en lo que va de este contra 797 del anterior). Fox también ha elevado el nivel de juego de sus compañeros: en el costado ofensivo, cuando Swipa se encuentra sobre la cancha, los Kings producen 109 puntos por cada cien posesiones cuando el año pasado apenas marcaban 94; a la defensiva, Sacramento y Fox permite 110 puntos por cada centena de posesiones, mientras que el ciclo anterior eran 113.
Swipa ha incrementado sus viajes a la línea de personal, y con esto, su efectividad: en 2017-18, Fox anotaba 1.9 tiros de cada 2.7 intentos de tiros libres; este año, el base encesta 3.7 de cada 5.1 intentos. La polivalencia de Fox se ve en sus números a la defensiva: promedia 0.5 bloqueos por juego (.3 el año anterior) y casi ha doblado sus robos, pasando de 1 a 1.7 esta campaña.
Willie Cauley-Stein jugó para la Universidad de Kentucky, en donde fue escogido como jugador defensivo de la Conferencia Sureste en 2015. De ahí dio el salto a la NBA, en la posición número seis del draft del mismo año. Desde la temporada 16-17 ha presentado una mejoría constante cada año, sobre todo en el costado defensivo: por cada 100 posesiones, cuando él se encuentra sobre la duela, Sacramento apenas permite 107 puntos mientras que anota 115. Este año, cuando juega, Cauley-Stein atrapa el 22.7% de rebotes defensivos de su equipo, es decir, poco más de uno de cada cinco. Su eficiencia como jugador (que refleja la producción mientras participa en un juego) es de 18.0 puntos, que si bien se sitúa por encima del promedio, ha ido en ascenso desde su llegada a la NBA (15.3). En el costado ofensivo, Cauley-Stein produce el 13.2% de las asistencias de su equipo: en comparación a otros centros notables, Clint Capela, de los Rockets de Houston, apenas marca 7.4, mientras que Rudy Gobert, del Jazz de Utah, registra un 11% más cercano –incluso el Pozo de los deseos, LaMarcus Aldridge, de San Antonio, es superado, ya que registra 12.6% de asistencias–.
En 2015 y 2016, el Mejor Baloncestista Masculino del Año de la Conferencia Big 12 fue un jugador llamado Buddy Hield, quien jugaba para la Universidad de Oklahoma. Escogido en el puesto 6 del draft de 2016, Hield llegó a los New Orleans Pelicans, en donde jugó media temporada. Durante el Fin de Semana de Estrellas de aquel año, llevado a cabo en la ciudad de Nueva Orleans, fue incluido en el paquete que llevó a DeMarcus Cousins a los Pelícanos, en tanto que Hield recaló en Sacramento, en donde se ha consolidado desde su llegada. A mitad de temporada, Buddy ha intentado y encestado más triples que todo el curso pasado, registrando 195 de 434 (44.9%) por 176 de 408 el anterior. Hield le da a Sacramento 114 puntos por cada 100 posesiones, mientras que el balón pasa por sus manos una de cada cuatro veces que se encuentra en la duela, lo que, aunado a sus aumento de tiempo de juego, ha propiciado que se vuelva en una pieza clave de la narrativa de Sacramento. De estas jugadas, se estima que Hield logra, por medio de asistencias, que sus compañeros produzcan el 11.2% de los puntos del equipo de púrpura y blanco. No solo eso: Buddy Buckets se ha encargado este año de contribuir a cerrar los partidos de Sacramento: el 19 de enero, en contra de Detroit, Buddy anotó 35 puntos y bajó nueve rebotes. Faltando 1:12 para acabar el partido, conectó un triple que le dio la vuelta al marcador, que volvió a ser desfavorable para Sacramento a los pocos segundos. Cuando el reloj de juego marcaba 3.4 segundos, y con Kings abajo por un punto, Hield le robó el juego a los Pistones con un triple bastante accidentado.
Este año, y con la elección número 2 en mano, Sacramento escogió al ala-pívot de Duke, Marvin Bagley III. En su primer temporada en la liga, el que fuese escogido como Novato del Año de la Conferencia de la Costa del Atlántico, mantiene números sólidos: encesta 5.1 de cada 10 tiros de campo, en tanto que bloquea un tiro por encuentro, promediando 13.3 puntos. Salido de los Blue Devils, se espera que Bagley asuma más responsabilidad en la rotación de Sacramento conforme pasa el tiempo.
Con la temporada en la mitad de curso, los Kings marchan novenos, con un récord de 30 victorias y 27 descalabros, apenas a un juego de distancia de unos debilitados Clippers de Los Ángeles. El balance de febrero es, a duras penas, ganador -4 victorias (una ante San Antonio y otra ante Filadelfia)- por tres descalabros, uno de ellos ante Houston, otro ante Golden State, y el último ante Oklahoma City –los dos finales después del Fin de Semana de Estrellas. En una conferencia tan difícil como el Oeste, quizá los Kings no aspiren a más que una carrera que los lleve a etapas finales de playoffs, pero no más. Los contratos de novato de sus jóvenes estrellas ayudan bastante, ya que al no ser muy caros permiten a la gerencia mantenerlos a todos en la plantilla. El futuro puede ser igualmente brillante e incierto: ¿logrará la oficina central mantener este equipo tres, cuatro, cinco temporadas más, cuando sea hora de renovar los contratos, cuando quizá Golden State no sea lo que es ahora? Sin embargo, hoy por hoy, parece que el fin de la larga sequía de postemporada es cuestión de tiempo para la ciudad de Sacramento.