El corporativo casas GEO S.A.B. de C.V, que vivió su auge durante los sexenios panistas, pero que después vivieran años de agonía financiera, llegó a su fin.
Su quiebra fue emitida el pasado lunes 11 de marzo por el juez Octavo de Distrito en Materia Civil, con la declaratoria fundada en una demanda de concurso mercantil involuntario en etapa de quiebra. La demanda fue presentada por Banorte, uno de los principales acreedores de Casas GEO.
La desarrolladora del sector vivienda de interés social tuvo mejores tiempos en el sexenio de Vicente Fox, ya que al ser contratista del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), se mantuvo con el dinero de ese organismo durante los últimos diez años.
Incluso, la empresa inmobiliaria le prestaba servicios al gobierno para la localización de terrenos urbanizables, obtenía los permisos y las licencias necesarias, además de que se encargaba del diseño y construcción de obras de interés social.
Los financiamientos a esta asociación público-privada para construir unidades habitacionales que terminaron en ciudades fantasma, representaron según el Sistema de Indicadores de Vivienda de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), 2.3 billones de pesos corrientes invertidos a lo largo de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
A su vez, aumentó el número de casas abandonadas del Infonavit, que alcanzó un nivel de 107.33% entre 2005 y 2012, de acuerdo con cifras oficiales.
Con Vicente Fox en la Presidencia inició la historia de las desarrolladoras privadas asociadas al gobierno, para lanzar el mayor boom de la construcción residencial en la historia de América Latina. Los inversores globales, el Banco Mundial, las grandes fundaciones y las firmas de Wall Street invirtieron miles de millones de dólares, según una investigación de Los Angeles Times.
Los socios de casas Geo y sus conexiones con gobiernos panistas
Miguel Gómez Mont, quien fue el socio fundador y Director de Geo, renunció a su cargo en 2006, “debido a nuevas oportunidades personales y profesionales”, se alcanza a leer en un comunicado de prensa emitido por la compan?i?a.
Su renuncia al corporativo coincide con el inicio del sexenio del entonces Presidente Felipe Calderón, y en diciembre del mismo año Gómez Mont asume un cargo en la Dirección General del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Permaneció tres años y medio en el cargo el también hermano del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, hasta que en 2010 fue cesado como funcionario federal, por una trifulca en la que participó con familiares de integrantes de la Selección Mexicana en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
El ex director de Fonatur y socio fundador de Casas GEO se desempeñó principalmente en empresas y organismos relacionados con el sector inmobiliario y de vivienda, pero también fue miembro del Consejo de Administración de BBVA-Bancomer, así como de Nacional Financiera..
Varios reportajes periodísticos documentaron la forma en que un grupo reducido de empresarios del sector inmobiliario se hicieron multimillonarios en los gobiernos panistas a expensas de la clase trabajadora, y de cómo casas GEO empezó como un pequeño despacho, para llegar a ser una de las empresas que en su mejor momento cotizó en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El programa de vivienda avalado por Vicente Fox costó más de 100 mil millones de dólares, y algunos inversionistas y ejecutivos de la construcción se autoproclamaron como ‘constructores de la Nación’ cuando se unieron a las lista de los más ricos de México.
Mientras, la cantidad de préstamos emitidos cada año por el Infonavit aumentó de 205,000 en 2001 a 494,073 en 2008, es decir durante los gobiernos de Fox y Calderón. Los nuevos préstamos del Infonavit y otras agencias de vivienda se destinaron principalmente a compradores con ingresos modestos y con poco o ningún ahorro.
Geo en tiempos de Peña
Para 2011, el gobierno comenzó a reducir el flujo de hipoteca, y fue para 2014, ya estando Enrique Peña Nieto en el poder, en que los mayores constructores de casas, como Geo, Homex, y Urbi, se declararon en bancarrota.
Con el Plan de Vivienda que impuso Peña Nieto, GEO argumentó que los nuevos criterios de clasificación de Reserva Territoriales impactaron en la asignación de subsidios, así como una nueva tendencia a la vivienda vertical.
Previo a lo anterior, ya en agosto de 2013 la Bolsa Mexicana de Valores había anunciado la salida de las desarrolladoras de vivienda Geo, Homex y Urbi del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC).
El desastre económico y social
Conforme crecían los reclamos de las personas que vivían en casa en condiciones deterioradas, sin servicios de agua y alcantarillado, los dueños del capital se acogieron junto con la empresa a un Concurso Mercantil en abril de 2014; esperando obtener ganancias significativas hacia 2017.
Trabajaron en un plan de reestructuración. El corporativo inmobiliario anunció en ese entonces al mercado de valores una solicitud de concurso mercantil pre-acordado, tras obtener el respaldo de la mayoría legal de sus acreedores.
Banamex, HSBC, Banorte, Santander, Inbursa y BBVA Bancomer fueron las instituciones financieras que se sumaron al acuerdo, así como tenedores de bonos en el extranjero.
Sin embargo, el intento fue en vano ya que para 2018 las deudas y la falta de liquidez terminaron por llevar a GEO a la bancarrota. La empresa estuvo operando con un constante flujo operativo negativo e intentando reestructurar sus deudas, según revelan sus reportes trimestrales.
Según el último informe trimestral de GEO a la BMV en mayo de 2018, ya presentaba una caída de ingresos del 13.1% anual causada por una reducción del 46.1% de casas entregadas.
Para noviembre de 2018 la empresa ya había contratado al liquidador Daniel Tapia Izquierdo, mismo que se encargaría de pagar las deudas de la empresa.