“La investigación de la Operación Berlín, no es un asunto de libertad de expresión, es un asunto de violación electoral. Están prohibidas las campañas sucias, y están doblemente prohibido que los empresarios financien estas campañas, no solamente en la televisión, sino también en las redes sociales”, señaló el periodista Jenaro Villamil, el ahora presidente de Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR)
En entrevista exclusiva para A Barlovento Informa, Villamil contextualizó sobre el asunto de las llamadas “campañas negras” que se realizaron durante la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Respecto a Alejandro Quintero, se trata de una “historia antigua de TV Promo y de él (Quintero), quien durante todo 2001, 2010 y hasta bien entrado el sexenio de Peña Nieto, tuvo un papel fundamental como estratega de los políticos”.
“Era el bróker de Televisa, y cuando lo corren, él empieza a trabajar como bróker de la presidencia de la república, al frente de las estrategias de campañas institucionales de Peña Nieto a partir del 2015”, señaló Villamil. “Es decir, Alejandro Quintero, de una u otra manera, estuvo involucrado a través de sus empresas, en estrategias de comunicación de Peña Nieto y del candidato del PRI en el 2018, José Antonio Meade”, añadió.
“Es por eso que hay la presunción de una violación a la ley electoral, porque si se confirma, si laFiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (FEPADE) confirma la denuncia de derechos que presentó el jefe de la Unidad de la Estrategia Financiera, Santiago Nieto, entonces estamos hablando de una violación a la ley electoral, no solamente a las empresas de Alejandro Quintero, sino a la campaña electoral de José Antonio Meade”, subrayó el periodista Villamil
Alejandro Quintero “viene de la vieja guardia de Televisa, del equipo de Emilio “el tigre” Azcárraga, padre de Emilio Azcárraga Jean, es de los pocos altos directivos que sobrevivieron a la llegada de los cuatro fantásticos. Es decir, a este grupo de jóvenes que llegaron en el 97 a la muerte de “El Tigre”, tomaron el control de la empresa. Entre los que figuraban Emilio Azcárraga Jean, Bernardo Gómez, Alfonso de Angoitia y José Bastón”.
Alejandro Quintero como vicepresidente de comercialización de televisa,
Quintero, explica Jenaro Villamil, era responsable del llamado Plan Francés. Es decir, no solamente empaquetaban los servicios noticiosos ni los publicitarios, sino también una serie de servicios adjuntos. Todo eso era para los productos comerciales, los shampoos, los panes, las cerveceras, las empresas de refresco de Cola. Sin embargo, la perversidad o la genialidad, como queramos llamarle, de Quintero fue transformar el Plan Francés,pero ya no sólo para productos sino para políticos, entonces les vendían a los políticos el paquete de menciones, menciones en los noticieros, en las telenovelas y en los espectáculos. Adjunto a ello, la estrategia para llevarlos a la candidatura ya sea de gobernador o de la misma presidencia. Enrique Peña Nieto fue el producto más acabado de esa estrategia, agregó.
No obstante, es durante el sexenio de Enrique Peña Nieto que empiezan a haber una serie de investigaciones en las cuentas de Grupo Televisa, “grupo que cotiza en la bolsa de Estados Unidos, y hay accionistas minoritarios que están inconformes porque buena parte de estos recursos tan sustanciales que le sacaban a las políticos, pues no ingresaban en las cuentas normales de Televisa, sino en empresas paralelas, como son las que creó Alejandro Quintero, de ahí que a él le hagan un juicio sumario y decidan separarlo de la empresa a finales del 2015. En 2016 digamos que se convierte en asesor sin cargo nominal para la presidencia de la República”, apuntó Villamil.
Por su parte, “el salto cualitativo más grande es que no solamente vendían a los políticos para venderlos, sino que, también armaban estrategias de guerra sucia, para atacar o difamar a los políticos opositores, especialmente a Andrés Manuel López Obrador”.
Asimismo, en cuanto a la investigación de la Operación Berlín, “no es un asunto de libertad de expresión, es un asunto de violación electoral. Las redes sociales, sobre todo desde el 2015 o 2016, se volvieron el escenario de la batalla, es un fenómeno en donde estos estrategas y estos mercadólogos secuestraron la democracia electoral mexicana, crearon una ficción de es que esto es legítimo y que se vale, cuando en realidad lo que están haciendo es tirar la piedra y esconder la mano en sus puestos como escritores, intelectuales, publicistas, cuando en realidad no son eso. Son generadores de campañas de guerras sucias”, reiteró.
“Lo que llama la atención, es que las estrategias como las entidades cercanas al PAN y del PRI, son muy parecidas, valdría la pena investigarlos, por un asunto de limpieza del ecosistema de comunicación. Me extraña que el INE no haya dicho nada de este tema”, señaló el periodista.
Asimismo, señaló que “todo esto se está dando en el marco de la reforma constitucional que eleva a rango de delito grave el fraude de delito electoral. También es muy importante, es que este tipo de situaciones no se hubieran conocido si Tatiana Clouthier no hubiera puesto el dedo en el renglón en la Operación Berlín”.
Igualmente, Jenaro Villamil apuntó a que, “Enrique Krauze sabe que no es un tema de libertad de expresión, es un asunto de fraude electoral y de violación a la ley. Entonces, la ley nos debe conducir a una ley sin adjetivos, así como una democracia”.
Finalmente, concluye que “lo importante es que, más allá de los personajes o de los nombres involucrados, es este compromiso de quitarnos las caretas y decir, una cosa es expresar lo que uno piensa como adversario, como simpatizante de un candidato o de una fuerza política, pero otra cosa es jugar chueco, encubrir, financiar, triangular dinero público y privado, simple y sencillamente para burlar a la ley. Por eso es importante aclarar y limpiar este asunto”.