El Secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués anunció la creación de cinco direcciones para expertos del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM en liquidación), con el objetivo de continuar con la publicidad el país, es de suponer que esto responde a la necesidad de una estrategia de promoción turística que nunca tuvo el CPTM por su malos manejos y opacidad en su funcionamiento.
Recordemos: en el último tramo de la administración del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), designó a Óscar Espinosa Villareal como Secretario de Turismo (1997-2000), y fue él quien creó el CPTM, una institución siempre cargada de claroscuros, misma que desaparecerá en medio de una gran polémica.
Se sabe que en 1999 los argumentos para convencer al Presidente Zedillo sobre la creación del CPTM fueron la falta de recursos para la promoción internacional del país y la poca afluencia turística.
Hemos escuchado a Óscar Espinosa Villarreal describir parte de esa historia: “Debíamos tomar decisiones de fondo y no se veía nada mejor que hacer lo que otros países habían experimentado con éxito, creando un organismo mixto responsable de la promoción turística, financiado con recursos derivados de la propia actividad, lo que le daría sustentabilidad y estabilidad en el largo plazo.”
En reunión con sus amigos del Foro Nacional de Turismo se le ha escuchado recordar que presentó al presidente datos donde explicaba cómo Singapur, Canadá, el Reino Unido o España disponían de recursos hasta por 90 millones de dólares al año, capital que México no estaba dispuesto a aportar. Ya con la aprobación presidencial, inició un detallado análisis de la Canadian TourismCommission, que daría forma al CPTM con la participación del gobierno federal, estatal y de empresarios.
Con respecto a la generación de los recursos fue simple, se ponía una cuota a los turistas que ingresaran a México denominada Derecho de no Inmigrante (DNI), hoy conocida como Derecho de no Residente (DNR); de lo recaudado, el 70 % sería para el CPTM, 20 % para el Instituto Nacional de Migración y el 10 % restante para el Fondo Nacional de Fomento al Turismo.
Según datos oficiales, en 2017 se captaron por DNR 6,700 millones de pesos, pero en 2018 el Congreso autorizó un aumento a 523 pesos por turista, recaudando hasta 8 mil millones de pesos, lo que permitió al CPTM manejar un presupuesto de 5,500 millones de pesos.
Desde su creación el CPTM fue la entidad responsable de “vender” los destinos nacionales en México y el extranjero con una organización polémica; nunca se sabía del manejo de sus recursos ni del porqué las campañas de promoción salían a destiempo; no se pagaba oportunamente a sus proveedores y las agencias que contrataba siempre dejaron mucho que decir en su contra.
Hoy se sabe cómo Óscar Espinosa Villareal y su equipo, con una participación destacada de Javier Vega Camargo, como primer director general del Consejo, le dieron vida como una sociedad anónima de participación estatal mayoritaria, pero nunca se concretó la participación patrimonial de los empresarios y el gobierno tomó la conducción del mismo.
En ese contexto el organismo ha tenido como directores a: Javier Vega Camargo, María Elena Mancha, Francisco Ortiz, Magdalena Carral, Óscar Fitch, Gloria Guevara (única secretaria de turismo que a la par dirigía el Consejo), Rodolfo López Negrete, Lourdes Berho, Héctor Flores Santana y Glenda Argüelles Rodríguez, para liquidar la empresa.
La noticia que simbró a todos, fue el anuncio del proyecto Tren Maya el cual se financiará con los recursos destinados actualmente al CPTM, pero para el presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, Luis Alegre Salazar, los adversarios al proyecto no aclaran que los 8,000 millones de pesos anuales generados hoy en día por el DNR se manejaron en el pasado de manera poco transparenten campañas promocionales de las cuales no se tiene registro de su efectividad o impacto real.
El Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac México, Francisco Madrid, explicó: “Es impensable que México no tenga recursos para la promoción turística institucional; pondría en riesgo el empleo, porque el turismo es un mercado de altísima competencia y se necesita promoción para estar presente en los mercados”, aseveró.
En ese contexto la Auditoria Superior de la Federación dio cuenta de la poca claridad del manejo de los recursos del CPTM, como sucedió con la Formula 1 y el Cirque du Soleil –cuyos beneficios no se pueden medir, pero ese será otro tema – lo que contribuyó a la cancelación de esta oficina de promoción.
Lo real en este momento es que México carece de una oficina, de una estrategia y de los recursos necesarios para la promoción turística del país; en el mediano y largo plazo provocará verdaderos estragos en la industria turística nacional, si no se corrige el rumbo.
La situación ya se conoce, el diagnóstico está hecho, solo falta la decisión para tomar las medidas apropiadas con algo que es muy importante, la decisión política.
Hasta la próxima.