Con el fin de estabilizar la situación económica de Argentina antes de las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre del presente año, el presidente de dicha nación, Mauricio Macri, convocó a las fuerzas políticas de oposición para lograr el cumplimiento de un decálogo que propone su administración; el peronismo, encabezado por Cristina Fernández de Kirchner, hasta el momento ha rechazado aceptar el pacto con el gobierno y más bien habría una respuesta crítica a los puntos que sugiere el mandatario por parte de la senadora del partido Unidad Ciudadana.

El gobierno de Macri convocó a una reunión a sindicatos, empresarios, a parte de la Iglesia y a líderes sociales, entre los cuales se encuentra Cristina Fernández, que desde un principio no estaba considerada; “Confío que desde la madurez podremos dar una muestra de acuerdo”, escribió Macri en su carta de invitación.

Por su parte, Oscar Parrilli, ex director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, manejó una posible reunión entre la expresidenta y Macri. “Siempre ha hablado con todo el mundo. ¿Cuándo se ha negado a hablar?”, dijo en entrevista para medios locales. Parrilli dijo además que Cristina Fernández recibió la carta que Macri envió a los líderes de la oposición, pero cuestionó la falta de claridad del mensaje oficial. “A la senadora le llegó una carta. No está claro si es una invitación”, sostuvo. Y apuntó que el movimiento del actual gobierno es una “puesta en escena”. “Quiere arrastrar a todos a su fracaso”, sostuvo.

Algunos de los puntos que propone Mauricio Macri en su diálogo con la oposición incluyen: lograr y sostener el equilibrio fiscal; mantener un Banco Central independiente, dedicado a reducir la inflación para llevarla a índices similares a los países de la región; continuar la integración internacional promoviendo el crecimiento de las exportaciones; cumplir con las obligaciones con los acreedores, entre otros.

Desde la llegada a la presidencia de Mauricio Macri en 2016, la economía argentina ha caído de forma importante, siendo los ciudadanos quienes más han resentido el golpe. En febrero del presente año, la inflación del país sudamericano llegó al 54 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec); además, el nivel de desempleo llegó a 9 por ciento en el último trimestre de 2018. Por último, el indicador de pobreza reflejó un incrementó de 25 por ciento a 32 por ciento entre el segundo semestre de 2017 al mismo período de 2018.

En el caso del dólar, la divisa estadounidense acumula una subida del 119 por ciento desde abril de 2018 hasta el cierre de abril de 2019; el peso argentino se encuentra actualmente fluctuando entre los 44 y 45 pesos por dólar.

Macri se ha dado a conocer por sus “tarifazos”, lo que golpeó la economía de los argentinos por alzas en la luz, la electricidad, el gas y el transporte que significaban aumentos al costo de los servicio del 45 hasta el 300 por ciento, dependiendo del servicio del que se tratase; por otro lado, apenas a mediados de marzo, el Fondo Monetario Internacional le otorgó otros 10 mil 870 millones de dólares a los argentinos, sumados al préstamo más grande en la historia del país sudamericano, por un monto de 57 millones de dólares, los cuales la propia instancia internacional le cedió en 2018.

A su vez, la más clara opositora de la administración neoliberal de Mauricio Macri, Cristina Fernández, no ha declarado abiertamente sus intenciones de presentarse a la contienda presidencial el próximo octubre; sin embargo, el pasado 9 de mayo, durante la presentación de su libro “Sinceramente”, donde la acompañó la plana mayor del peronismo, lanzó algunas declaraciones claramente contra la administración en el poder además de ciertos elogios a los Estados Unidos, aunque nunca mencionó ningún nombre.

“Miren lo que está pasando en Estados Unidos: la economía vuela, tienen el índice de desempleo más bajo en 50 años”, dijo la expresidenta de Argentina, además de criticar los préstamos que ha pedido Macri al FMI, los cuales mantienen una tasa de interés del 70 por ciento para su país y una inflación anual del 50 por ciento.

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