Empresarios de Estados Unidos en contra de aranceles a productos mexicanos

Parte del sector empresarial de los Estados Unidos (EU) ha mostrado inconformidad luego de que el presidente de su país, Donald Trump, anunciara posibles medidas arancelarias del 5 al 25 por ciento a los productos mexicanos importados a EU, las cuales entrarían en vigor el 10 de junio y serían ascendentes de forma mensual si el Gobierno de México no endurece su política contra los migrantes centroamericanos que buscan la frontera norte.

 La Cámara Americana de Comercio (American Chamber of Commerce), una organización independiente, apartidista y sin fines de lucro que promueve el comercio entre los Estados Unidos y el mundo, se posicionó en contra de las medidas coercitivas del presidente norteamericano; a través de un comunicado, el vicepresidente ejecutivo y director de políticas de la Cámara, Neil Bradley dijo que las medidas anunciadas por Donald Trump, irían en detrimento de la economía de su país: “La imposición de aranceles a los bienes de México es exactamente el movimiento equivocado. Estos aranceles serán pagados por las familias y empresas estadounidenses sin hacer nada para resolver los problemas reales en la frontera”, además añadió que, “el Congreso y el presidente deben trabajar juntos para resolver los graves problemas en la frontera”.

Dicho organismo autónomo realizó también un análisis de las afectaciones que los aranceles provocarían a la economía de los estados de los EU que más importan productos mexicanos, con referencia a las cifras comerciales del 2018. Por ejemplo, Texas, el estado que más compra exportaciones mexicanas, importó de México productos con valor de 107 mil 097 millones 721 mil 400 dólares, con el arancel primario del 5 por ciento, se sumaría a esta cifra 5 mil 350 millones 986 mil 070 dólares, y si llegase a dispararse hasta el 25 por ciento de gravamen, se deberían sumar sólo de impuestos, 26 mil 754 millones, 930 mil, 350 dólares.

Sumando a todos los estados de la Unión Americana que importan productos mexicanos, en 2018 se registraron 346 mil 527 millones 738 mil 621 dólares; si se llegara a aplicar el plan arancelario de Donald Trump, el 25 por ciento de impuestos a pagar para la nación norteamericana ascendería a un total de 86 mil 631 millones 934 mil 655 dólares.

 Sara Amstrong, vicepresidenta de Asuntos Políticos y Relaciones con la Federación de la propia  Cámara Americana de Comercio, a través de su cuenta de Twitter, también se posicionó en contra de las medidas sobre el aumento de gravámenes: “Las tarifas en México no son la solución a nuestros problemas de inmigración. De hecho, es exactamente el movimiento equivocado: @USChamber advierte contra aranceles sobre México”.

Así mismo, Glen Hamer, presidente de la Cámara de Comercio de Arizona, también publicó en su cuenta de Twitter que el organismo que dirige reprueba la medida: “El anuncio presidencial de imponer el 5 por ciento a los productos de México es una prescripción autoinducida de desaceleración económica. México es nuestro amigo y nuestro vecino, un socio en el comercio y la seguridad. El anuncio del presidente es desconcertante y si se lleva a cabo, causará terribles daños”.

Por su parte, Business Roundtable, un grupo de las principales corporaciones de Estados Unidos que incluye a Amazon, American Airlines, AT&T y American Express, entre otras, aseguró a través de un comunicado que las medidas proteccionistas del mandatario norteamericano pondría en peligro la ratificación del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC): “Seguir adelante con estas tarifas también pondría en peligro las perspectivas de la principal prioridad comercial de la administración, el T-MEC, y socavaría el comercio en América del Norte sin impuestos que respalda a más de 12 millones de empleos en EU”.

 Asimismo, se añade en el posicionamiento de la organización: “Imponer aranceles unilaterales a las importaciones mexicanas sería un grave error. Business Roundtable recomienda encarecidamente a la administración que no avance con estas tarifas, crearía una interrupción económica significativa e impondría impuestos a los trabajadores, agricultores, consumidores y empresas estadunidenses (…) Instamos a la administración a participar de manera constructiva con nuestros vecinos y aliados para resolver los problemas de comercio, migración y seguridad de manera que beneficien a los estadounidenses, no causen daños económicos”.

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