Durante la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada en Medellín, Colombia, México, Uruguay, Bolivia y Nicaragua, así como algunos países del Caribe, mostraron su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, y desconocieron a la delegación enviada por Juan Guaidó, encabezada, en esta ocasión, por Julio Borges.
“Quiero llamar la atención sobre el hecho que sobrevuela el episodio de la validez de las credenciales. Si se convalidan las credenciales (de los enviados de Guaidó), se reconoce un nuevo gobierno de Venezuela, y Uruguay eso no lo puede aceptar”, externó el vicecanciller uruguayo, Ariel Bergamino, quien además anunció que su país decidió retirarse de la Asamblea “sin pretender condicionar, ni ser modelo ni vanguardia de nada” porque, afirmó, se está violando la institucionalidad de la OEA”.
El diplomático uruguayo abandonó la sesión alegando “una violación de los principios institucionales”. “Uruguay considera que la mejor forma de practicar los principios es ser leales con la institucionalidad de la OEA, retirarnos de esta sesión porque esos principios están siendo vulnerados”, explicó, y agregó: “Uno no siempre hace lo que quiere, pero no tiene que hacer lo que no quiere. Nos retiramos de esta reunión pero no de la OEA”.
En mayo pasado, Bergamino viajó a Venezuela y sostuvo reuniones, tanto con Nicolás Maduro, así como con Juan Guaidó, de las cuales no dio detalles; sin embargo, Uruguay ha mantenido una postura de respeto al gobierno bolivariano de Venezuela, en atención a la soberanía del país sudamericano; del mismo modo, y como el Gobierno de México, ha ofrecido ser un mediador para solucionar el conflicto iniciado el pasado enero.
Por su parte, México, Bolivia y Nicaragua mantuvieron su rechazo a la delegación enviada por Guaidó, pero no abandonaron la sesión. Los tres países latinoamericanos continúan en sus sitios durante la sesión y sólo se limitaron a pedir “una nota al pie” en la resolución para “reservarse el derecho de desconocer lo que se resuelva”.
Luego de las posturas a favor del chavismo, que incluyeron también a los Estados del Caribe: Granada, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Dominica y Trinidad y Tobago, intervino la representación de Argentina, país que se encuentra bajo el gobierno neoliberal de Mauricio Macri, que está vez lideró el apoyo a la delegación del Parlamento venezolano, es decir, a Guaidó: “Venezuela es aún Estado miembro porque hubo una manifestación en ese sentido por parte del Asamblea Nacional, por eso se reconoce la presencia de Venezuela, porque representa al gobierno democrático de ese país”.
En abril pasado, el gobierno de Nicolás Maduro, anunció su salida de la OEA, dejando camino abierto a la representación de Juan Guaidó para hacerse del lugar de ese país en dicha organización internacional. En ese mismo mes, la OEA reconoció al diplomático Gustavo Tarre como representante de Venezuela ante el Consejo Permanente, por designación de la Asamblea Nacional.
Toda vez que el resto de países miembros se mantuvo ecuánime con la presencia de los enviados por Guaidó, el Centro de Comunicación Nacional, aparato de difusión del autoproclamado gobierno venezolano, a través de Twitter celebró la postura de la Asamblea: “En votación histórica: Miembros de la OEA ratifican reconocimiento y participación del Gobierno Legítimo del Presidente encargado Juan Guaidó en la Asamblea General de la OEA, pese a intentos de la dictadura y sus aliados”.
