Algunas casillas electorales del pasado 1 de julio de 2018 cerraron antes de las 6 de la tarde, había grandes filas en muchos lugares; en lo particular tardé más de una hora para sufragar, la gente estaba nerviosa y expectante, con la esperanza que la decisión popular fuera respetada.
A las 18:00 horas cerraron la mayoría de las casillas y así comenzaba el famoso PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares).
En pocas horas supimos que la coalición Juntos Haremos Historia era la ganadora: los portales de noticias, los noticieros de televisión y de radio, así como las redes sociales, estallaron en aquel momento.
La BBC publicó: “Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores celebraban ya lo que llevaban esperando desde su primera postulación en 2006: una victoria en las elecciones presidenciales”.
El político tabasqueño obtenía un margen de entre el 53% y el 58% de los votos, mientras que Ricardo Anaya obtuvo poco más del 22% y José Antonio Meade menos del 16%.
Recordamos que ambos reconocieron el triunfo de López Obrador, y continuaron algunos días más descalificándose entre sí.
A un año de la elección habrá quién todavía se sienta sorprendido del triunfo rotundo y apabullante de la coalición que apoyó a López Obrador; aquí les comparto tres factores que determinaron el triunfo, según han señalado diversos analistas:
- a) Andrés Manuel López Obrador se presentó como un hombre más maduro, conciliador y pragmático.
- b) El voto de castigo.
- c) Se inició una guerra entre el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional.
Estos tres aspectos confirman que la gente quería un cambio, se votó de manera contundente por Andrés Manuel López Obrador hace un año porque es el único personaje de la política mexicana que puede cimbrar conciencias y provocar así un cambio, es el único que ha recorrido todos los municipios de este país, es el que conoce de viva voz las necesidades de la mayoría de los mexicanos, por eso su autoridad moral esta por arriba de los demás.
López Obrador, tiene un estilo que no tiene nada que ver con los intereses creados por la cleptocracia que tenían como objetivo el pillaje institucionalizado, por eso hay quienes se sienten ofendidos, con sus acciones de gobierno y prefieren apostar por el regreso al status quo anterior, impuesto por el PRI y el PAN.
A seis meses de que inició la llamada 4ta Transformación, hay que admitir que el país se está transformando, no a la velocidad que todos quisiéramos, pero hay cambios. Por lo pronto, un logro político social es el que cada vez más mexicanos estamos involucrados en la discusión sobre el México que queremos, se está cambiando el paradigma de hacer política y eso desde el ámbito social es un avance.
Hoy estamos viendo que los anteriores gobiernos dejaron vicios: corrupción y violencia que no serán fáciles erradicar, pero había que comenzar, este es el triunfo de la sociedad que voto por un nuevo comienzo en el quehacer político, social y económico, hace un año.