Platiquemos de una situación que desearíamos no sucediera, pero que tampoco podemos ocultar, soslayar o ignorar. La violencia infantil.
UNICEF Mexico presentó un informe que revela los daños colaterales de la violencia escalada que ha experimentado el país desde principios de esta década y como ésta ha tocado la parte más inocente de la sociedad, nuestros niños. Pero también informó de esa violencia local, esas situaciones que viven todos los días los pequeños en sus núcleos más cercanos.
Aquí algunas cifras, mismas que usted puede consultar en el “time line” de twitter @UNICEFMexico, comencemos por el dato duro, esas cifras del núcleo primario.
En México, 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes han sufrido métodos de disciplina violentos por parte de sus padres, madres, cuidadores o maestros, estos mismos cuidadores, maestros y en algunos casos los padres llegan a ejercer lo que se conoce como “violencia en la primera infancia”, es decir aquella que se practica durante los primeros 5 años del infante.
La cronología nos lleva a la violencia en la edad escolar (de los 6 a los 11 años) suele manifestarse dentro de la escuela por parte de maestros, en forma de castigo corporal o humillaciones y entre compañeros, el famoso bullying. En esta etapa escolar las niñas suelen ser víctimas de acoso psicológico al ser excluidas de círculos sociales o verse involucradas en rumores mientras que los niños son más propensos a sufrir violencia física y amenazas.
Ya en la secundaria, la violencia en la adolescencia (de los 12 a los 17 años), se manifiesta en diversos entornos sociales, la escuela y la vía pública se han identificado como los ámbitos donde suceden 8 de cada 10 agresiones contra niñas, niños y adolescentes.
Una cifra en paralelo a estos datos, también compartida por UNICEF, nos dice que en el país viven casi 40 millones de niñas, niños y adolescentes, más de la mitad viven en pobreza lo que les impide tener un acceso pleno a sus derechos y 6 de cada 10 infantes, de 1 a 14 años, han sufrido violencia, es decir entre el 60% y 63% de nuestros niños y adolescentes han sufrido algún tipo de violencia en su vida.
Una situación dramática, pero el drama se potencializa cuando hablamos de los niños que han sido tocados por la violencia escalda que se vive en los últimos años en el país, fenómeno que se ha tragado poblaciones de niños enteras.
UNICEF informa que en México, de 2012 a 2017, el promedio anual de homicidios contra niños y adolescentes fue de mil 200 y que tan sólo en 2017 se registraron mil 468 es decir, cuatro asesinatos al día, en conclusión del 2012 a la fecha se incrementaron 152% las ejecuciones en este grupo poblacional.
Otro fenómeno son las desapariciones que también han repuntado en los últimos cinco años, hasta 2017 se contabilizaron cinco mil 790 niños y adolescentes de entre cero y 17 años desaparecidos, algunos de estos casos de desaparición llevan más de ocho años sin ninguna actualización.
Y si estos escenarios no fueran lo suficientemente dramáticos, David Pérez Esparza, titular del Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señaló que muchos de los llamados “niños sicarios” se unen a filas del crimen organizado tras haber sufrido violencia en sus hogares.
No nos podemos quedar solo con los fríos números, hacer estas mediciones hace visible las formas de violencia y nos acerca a mecanismos para buscar erradicarla.