Este miércoles finalizó la 54.ª cumbre del Mercosur en Santa Fe, Argentina; pesé a que el bloque regional de América Latina se consolida como un grupo de economías asociadas, la cuestión política aún genera diferencias, sobre todo por el tema de Venezuela.
La cumbre contó con la presencia del mandatario local, Mauricio Macri, y los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Brasil, Jair Bolsonaro, además de la participación de los Jefes de Estado de Bolivia, Evo Morales, Chile, Sebastián Piñera, y otras altas autoridades de los Estados asociados.
Las naciones suramericanas tuvieron coincidencias para avanzar en negociaciones por acuerdos de libre comercio con otros bloques como el EFTA, integrado por Suiza, Islandia, Noruega y Liechtenstein; así como acuerdos bilaterales con Canadá, Japón, Corea del Sur y Singapur. Mientras tanto quedó para una segunda etapa las conversaciones con los Estados Unidos. También en el documento final se anunciaron acuerdos para compartir información sobre migraciones, mecanismos para combatir la violencia de género y la eliminación del roaming en la región, es decir, el cobro de la interconexión.
La plenaria de jefes de Estado tuvo como principal eje las repercusiones del Acuerdo de Asociación Estratégica firmado con la Unión Europea el pasado mes de junio. Ante esto, Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, declararon que es de suma importancia la vinculación con la UE; mientras que el mandatario argentino aseguró que “es una señal clara al mundo de que queremos que el Mercosur sea abierto, competitivo, dinámico”, su homólogo brasileño afirmó que para lograr el acuerdo cada uno de los bloques debió “ceder un poco”.
En el comunicado final, que suscribieron todos los miembros del mayor bloque comercial de América Latina, se habló de fortalecer la democracia, luchar en contra de la corrupción, cuidar el medioambiente y potenciar el uso de las energías renovable.
Además, los representantes de la cumbre ratificaron “el compromiso” de América Latina y el Caribe como “zona de paz”, y señalaron la necesidad de profundizar la “integración regional para contribuir al desarrollo económico y social, a la mejora de la calidad de vida y la erradicación del hambre y la pobreza en la región. Asimismo, se procuró la defensa de los derechos humanos de los migrantes.
Sin embargo, la polémica que puso en vilo los acuerdos del bloque fue el tema Venezuela, pues hubo varios borradores de un texto referido a la situación en dicho país sudamericano que el gobierno de Uruguay se negaba a firmar, sobre todo por su postura de respeto ante la soberanía del gobierno encabezado por Nicolás Maduro.
En el texto final sobre la situación venezolana, los mandatarios: “Expresaron la importancia de trabajar por la consolidación de una región políticamente estable, próspera e integrada, basada en ideales de democracia y la defensa de los derechos humanos y manifestaron su preocupación por la grave crisis que atraviesa Venezuela, que afecta seriamente la situación humanitaria y de derechos humanos”, además, se refirieron al informe sobre los Derechos Humanos que presentó la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, el cuál, ya ha sido duramente cuestionado por líderes sociales, politólogos y actores sociales como Pablo Sepúlveda Allende y Pascualina Curcio.
Los Jefes de Estado también se comprometieron a seguir “promoviendo el restablecimiento pleno de la democracia y del Estado de Derecho en Venezuela”, y “reconocieron el severo deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano y la necesidad de continuar coordinando esfuerzos a fin de dar respuestas integrales para atender la crisis migratoria, humanitaria y social que vive ese país”. Este documento estuvo impulsado sobre todo por Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, cuyo actuar político se ha caracterizado por estar en línea con los mandatos de la Casa Blanca.
Ante esto, miembros de la delegación uruguaya declararon al medio Infobae que “emitir un duro documento contra Venezuela en estos momentos de recomposición del diálogo con la oposición no ayudará en nada a solucionar la crisis humanitaria de ese país”. El logro de Uruguay fue que en el documento no se hiciera referencia al presidente constitucional Nicolás Maduro ni al opositor, Juan Guaidó. Cabe resaltar que Bolivia, una de las economías más estables del continente, no firmó la declaración sobre Venezuela como país asociado al Mercosur.
En el siguiente enlace puedes encontrar todos los documentos resultantes del Mercosur:
