La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó que analiza suspender las actividades de Grupo México, propiedad del empresario Germán Larrea, debido a que acumulan 22 accidentes ambientales que siguen sin repararse. El más reciente fue el derramamiento de 3 mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés.
El titular de Semarnat, Víctor Toledo, apuntó que Grupo México ha incumplido las normativas ambientales y de operación por más de 20 años, situación que calificó como “inadmisible” aunque se trate de una enorme compañía.
“Estamos por lo tanto ante una situación especial. La Semarnat tendría la capacidad legal para la suspensión de la industria”, apuntó.
En tanto, Blanca Alicia Mendoza Vera, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), mencionó que un grupo de ciudadanos han presentado una serie de denuncias contra la empresa. Sin especificar de cuáles se tratan, ya que hay un proceso legal en trámite, la funcionaria señaló que en las acciones de la empresa se advierten “una serie de violaciones”.
En cuanto al derramamiento de ácido, informó que la representación de la Profepa en Sonora emitió una visita de inspección a la Administración Portuaria Integral (API), de Guaymas, y que la sanción económica puede ser entre 20 mil y cuatro millones 200 mil pesos, además de conminar a la empresa a resarcir los daños causados, de acuerdo con Notimex.
Por otra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), inició un proceso contra la empresa por los impactos que generó al medio ambiente. Grupo México es responsable de varios desastre ecológicos que han generado pérdidas humanas, económicas y daños a la salud de miles de personas.
Uno de estos fue el 25 de febrero de 2006, cuando explotó la mina de carbón número 8 de la Unidad Pasta de Conchos, en Nueva Rosita, Coahuila, que terminó con 65 obreros atrapados y cuyos cuerpos no han sido recuperados.
También fueron responsables del derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en el Río Sonora, durante el año 2014; así como el derrame de 20 mil litros de agua con sedimentos de cianuro, sulfato de zinc y sulfato de cobre en un río de San Martín, Zacatecas, que afectó a por lo menos 2 mil habitantes.
