Algo tiene Javier Coello Trejo, abogado de Emilio Lozoya Austin, que le encantan los reflectores… Cuando le conviene. En esta ocasión hay dos entrevistas a las que se hará referencia en las que el litigante, en una acusa y en otra defiende, en una suelta a gusto la lengua y en la otra prefiere no hablar demás para no violar el debido proceso.
En el primer caso, el litigante acusa a Luis Videgaray Caso, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, pues dice, fue él quien se aferró a la compra fraudulenta de Fertinal y, como Petróleos Mexicanos (Pemex) no tenía el dinero, el propio Videgaray se ofreció para conseguir el recurso necesario. Los bancos de donde salió el dinero para la compra de Fertinal son Bancomext y Nafinsa, ambas instituciones del Estado mexicano.
Al ser entrevistado por Ciro Gómez Leyva, Coello Trejo menciona también la complicidad de Enrique Peña Nieto, entonces presidente y envuelto ya en varios escándalos de corrupción, como éste mismo, o el de Libertad Servicios Financieros, empresa acusada de lavado de dinero, fraude y otros ilícitos y de la que, según la orden de aprehensión de Juan Ramón Collado, el expresidente es uno de los dueños.
Coello Trejo acusó a Fabio Massimo Covarrubias Piffer, entonces dueño de Fertinal, de sobrevaluar la empresa, por la que Pemex pagó 193 millones de dólares y un crédito de más de 400 millones que pagaron los bancos antes referidos.
Asimismo, Coello Trejo apunta a que se pagaron 875 mil millones de pesos en dividendos que se repartieron los socios al cerrar la venta, lo que, a su parecer, también involucra a Grupo Salinas, que según en un texto publicado en El Universal, el 25 de junio, se declaró que Fertinal era una “historia de éxito empresarial con más de 2 mil 600 trabajadores”, con finanzas sanas, y en el que precisamente se hace referencia a los 400 millones de dólares en crédito que el Estado debió pagar a Banco Azteca al adquirir la planta de fertilizantes.
Pero así como le gusta hablar en los medios y crear controversias, a Coello Trejo también le da por respetar el debido proceso. Hoy 24 de julio de 2019, fue aprehendida por la Interpol en “una isla de Alemania”, como lo dijo el propio litigante, Gilda Margarita Austin, la madre de Emilio Lozoya, quien andaba de vacaciones con sus nietos.
Acusada de lavado de dinero y asociación delictuosa, la señora cometió “el único delito”, dice el abogado, de recibir un depósito de parte de su hijo y pagar 185 mil dólares en abogados e impuestos de la casa de Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero, y que pertenecía a la esposa de Lozoya, Marielle Helene Eckes.
Esta propiedad ha sido controversial, pues, presuntamente fue adquirida a través de fondos de un soborno que Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México, habría pagado a Lozoya. Este inmueble habría sido adquirido a través de Helene Eckes en julio del 2013.
En entrevista para Milenio Televisión, Coello Trejo aseguró que la señora se encuentra bien, pero que al ser una persona de 71 años de edad, “está espantada”. A la pregunta de que si la mujer ya habló con sus hijos, incluido Emilio Lozoya, el litigante ahora sí reniega de los reflectores y refuta: “sí, sí, amigo, pero es que usted me hace preguntas que yo no debo contestarle, con todo respeto, yo tengo que mantener la confidencialidad”.
Sin embargo, la voz del litigante también se escuchó en la emisión noticiosa de Canal Once, conducida por Javier Solórzano, donde aseguró que su cliente, Emilio Lozoya, no se va a entregar pese a la captura de su madre, pues, dijo, “lo quieren hacer un ícono de la corrupción y hay otros que deberían estar en la cárcel, yo creo que ya vamos a destapar ya lo fuerte”.
Así, el guión de este show, está a placer de Javier Coello Trejo, de cuando quiere hablar y de cuando no, de a quiénes va a acusar y a quiénes no. Como un guionista, ha mantenido en vilo a la sociedad con esas cartas que guarda y que, según sus palabras, quizá pronto habrán de ser usadas.
Javier Coello Trejo: el abogado de las entrevistas y los reflectores
