Parece que Pedro Sánchez, autor de “Manual de resistencia”, tendrá que hacer uso del mismo, pues pese a haber ganado las elecciones generales en abril 28 del presente año, ha perdido el segundo intento para recibir la investidura presidencial por parte de la Cámara de los Diputados españoles y tendrá que intentarlo por tercera y última vez el 23 de septiembre.
Una de las primeras imágenes con las que inició hoy el fenómeno de la investidura de Sánchez, fue la de la vicepresidente en funciones, Carmen Calvo, quien salía furiosa de una reunión con representantes de Unidas Podemos, declarando que prácticamente el partido de Pablo Iglesias les estaba pidiendo el gobierno. Además, señaló que los 42 diputados que tiene podemos no garantizan la estabilidad gubernamental como para dar pie a las exigencias de Pablo Iglesias, una de ellas el ser vicepresidente de la nueva administración.
Por su parte, Pablo Echenique, negociador por Podemos, mencionó que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sólo les ofrece un “papel decorativo” en el gobierno. En su posicionamiento durante la sesión de investidura, ya de última hora, Iglesias aún lanzó propuestas para salvar la presidencia de Sánchez: “Renunciamos al Ministerio de Trabajo si nos ceden las competencias en políticas activas de empleo”, con eso, aseguraba el líder de Podemos, “habrá pacto”, y finalizó: “Todavía estamos a tiempo de salvar esta sesión de investidura. No lleve a los españoles a elecciones, negocie con nosotros desde el respeto”… Al final no hubo acuerdo.
Durante su posicionamiento, en la votación de investidura, Adriana Lastra, del PSOE, criticó al líder de Podemos: “Señor Iglesias, se ha negado a asumir que fue Pedro Sánchez y no usted quien ganó las elecciones”, además de asegurar que su partido quiere un gobierno paralelo, no una alianza.
Así fue como el PSOE obtuvo, como el lunes pasado, 124 votos afirmativos, ahora la negativa se redujo a 155 votos provenientes de la derecha: Partido Popular, Ciudadanos, Vox y un partido catalán Junts per Catalunya; asimismo, las 67 abstenciones resultaron de Unidas Podemos y algunos partidos catalanes; sobre estos últimos, Joan Baldoví, de Compromis, dijo en su posicionamiento: “Siempre nos quedará agosto y setiembre, si se quieren sentar con nosotros”.
La referencia es que en septiembre, España tendrá el último intento de investidura antes de que se disuelvan las Cortes, el 23 de dicho mes, justo a sesenta días del primer intento de Sánchez en el Congreso, del cuál también salió derrotado el lunes 23 de julio. De no lograr los pactos en septiembre, España convocaría de nuevo a elecciones generales posiblemente el 10 de noviembre.
La última oferta de Sánchez a Iglesias, que este ha rechazado, era de una vicepresidencia de Asuntos Sociales, que sería para Irene Montero, y que implica la presidencia de la comisión delegada para coordinar todas las políticas sociales del Gobierno, con los contenidos de todas las áreas de Bienestar Social y Dependencia, incluido el Comisionado para la Pobreza Infantil, y tres ministerios: Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo e Igualdad.