La noche del 26 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, también fue atacado un camión en el que viajaban los Avispones de Chilpancingo, un equipo de fútbol infantil que fue confundido y atacado por el grupo de sicarios que andaba a la caza de los normalistas.
Ante esto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que el Estado debe reparar los daños a este grupo deportivo, víctima colateral de los ataques. El amparo fue promovido por integrantes del equipo de futbol, apoyados por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), quienes han acompañado en el proceso de búsqueda de justicia al equipo deportivo.
Aquella noche, Víctor Manuel Lugo, chófer del camión falleció a causa de los disparos, igual que Miguel Ríos, adolescente que jugaba en el equipo como defensa central. El preparados físico, el entrenador y otras 10 personas resultaron heridas.
“El derecho a la reparación integral del daño incluye la compensación subsidiaria por parte del Estado, cuando el culpable del delito no puede ser plenamente identificado o carece de capacidad para asumir esta responsabilidad”, informó el diario La Jornada sobre la determinación de la Suprema Corte de Justicia en la tesis: LVIII/2018 y LIX/2018.
“La reparación del daño habrá de incluir los gastos, como transporte, alojamiento y alimentación, que tiene que realizar la víctima para asistir al juicio respectivo, o para tomar tratamientos médicos”, señaló el rotativo.
Hay que recordar que el pasado 22 de mayo, se informó de la muerte de Mario Iván Rodríguez Navarrete, presidente del club de futbol Los Avispones, asesinado, junto con uno de sus escoltas, luego de haber sido secuestrados el pasado 20 de mayo. Según reportes del diario Reforma, los cuerpos fueron hallados a un costado de la carretera federal Chilpancingo-Tixtla, dos días después de que hombre armados interceptaron su camioneta en la capital de Guerrero.