Aunque no se dieron detalles del suceso, ni lugar, ni fecha exacta, el gobierno de los Estados Unidos informó que Hamza bin Laden, hijo del terrorista Osama bin Laden y considerado el heredero de Al-Qaeda, ha muerto.
Según informes de The New York Times, la operación en la cual el terrorista fue abatido sucedió en algún momento durante los dos primeros años del gobierno del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, posiblemente de enero de 2017 a enero de 2018.
Paradogicamente, el pasado febrero, Michael Evanoff, secretario adjunto para la Seguridad Diplomática de los Estados Unidos, anunció una recompensa de hasta un millón de dólares a quien proporcionase información sobre el paradero de Hamza bin Laden, alegando que había amenazado repetidas veces a Estados Unidos por la muerte de su padre, quien presuntamente planeó de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y cuya muerte se anunció el 2 de mayo de 2011.
“Ha difundido mensajes de audio y video en internet en los que llama a sus seguidores a lanzar atentados contra Estados Unidos y sus aliados occidentales”, decía la ficha de la recompensa.
Hamza bin Laden no era precisamente quien sucedería a su padre en la organización terrorista, sino que sería su hermano Saad bin Laden, quien era el primogénito de la familia; sin embargo, éste murió en Pakistán en un ataque con drones estadounidenses en 2009. Por esta razón, Hamza, diez años menor, se convirtió en heredero del fundador de Al Qaeda.
Según informa la BBC Mundo, además de una edad estimada de 30 años, se sabe que se casó con la hija de Mohammed Atta, el hombre que pilotó uno de los cuatro aviones comerciales secuestrados para los ataques de 2001 y lo estrelló en una de las torres del World Trade Center en Nueva York.
