La cadena CNN organizó la segunda noche de una ronda más de debates entre los demócratas norteamericanos que buscan la candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Esta noche de miércoles, como se esperaba, Joe Biden fue quien atrajo los reflectores por dos razones: la primera, por ser uno de los favoritos para ser el abanderado de dicho grupo político; la segunda, por los ataques que sufrió al ser expuesto por las políticas de Barack Obama, en cuya administración fungió como vicepresidente.
En la edición de este debate, participaron Cory Booker, Julián Castro, Kirsten Gillibrand, Michael Bennet, Andrew Yang, Bill de Blasio, Tulsi Gabbard, Jay Inslee, Joe Biden y Kamala Harris.
Durante el debate, Joe Biden llamó la atención por la frase: “Esto es Estados Unidos y somos fuertes y grandes gracias a esa diversidad”, en referencia a las posturas en contra de los migrantes que ha tenido el presidente Donald Trump. Fue con esto que Biden dio pie a muchos ataques de sus contrincantes e incluso de la audiencia presente en el debate, pues se le reclamó que durante el gobierno de Obama, hubo un aumento en las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Biden fue atacado por el senador de Nueva Jersey, Cory Booker, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, y el ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, quien, como Biden, también sirvió en la administración de Obama. “Parece que uno de nosotros aprendió las lecciones del pasado y uno de nosotros no”, dijo Castro al exvicepresidente. “Necesitamos a alguien que realmente tenga agallas en este tema”, añadió.
Por su parte, Bill De Blasio cuestionó a Biden sobre si aconsejó a Obama que detuviera las deportaciones: “¿Dijiste que esas deportaciones eran una buena idea o fuiste ante el presidente y le dijiste que esto es un error, que no deberíamos hacerlo?”, preguntó de Blasio. La respuesta de Biden fue que no hablaría públicamente sobre el consejo que le dio a Obama en privado sobre el tema.
Por si los contrincantes no le fueran poco a Joe Biden, también el moderador de CNN, Don Lemon, le incomodó con una pregunta: “Exvicepresidente Biden, en los primeros dos años de la administración Obama, fueron deportados cerca de 800 mil inmigrantes, mucho más que el presidente Trump durante los primeros dos años. ¿Se reanudarían los números más altos de deportación si fuera presidente?”. La respuesta de Biden fue: “Absolutamente no”.
En ese momento, un par de mujeres manifestantes gritaron en el foro, ubicado en Detroit, Michigan: “¡3 millones de deportaciones!”, e interrumpieron a Biden. Sobre este comento, y en tiempo real, el senador de Nueva Jersey Cory Booker elogió a los manifestantes publicando un tuit desde el escenario donde se encontraba debatiendo: “Para la gente que estaba haciendo frente al alcalde de Blasio hace unos minutos, bien por ustedes. Así es como se hace el cambio. #DemDebate”.
Pese a que el exvicepresidente fue quien atrajo los reflectores, Julián Castro se expresó en relación a la crisis política que se vive en Puerto Rico, donde hace apenas una semana, por presiones de la sociedad civil, debió renunciar el gobernador, Ricardo Roselló.
Kamala Harris, senadora por California, asegura que la política del gobierno del presidente Donald Trump ha facilitado leyes que permitan que encarcelen a los niños migrantes como si hubieran cometido delitos: “Vi a los niños (migrantes) en colas; los estaban metiendo en celdas”, dijo.
Por su parte, Kirsten Gillibrand, al muy estilo norteamericano, bromeó sobre el presidente Donald Trump antes de explicar sus posiciones sobre la crisis climática: “Entonces, lo primero que haré cuando sea presidente es echar Clorox a la Oficina Oval”, dijo, y la audiencia presente rió y aplaudió. Después añadió con un tono más solemne: “La segunda cosa que voy a hacer es volver a involucrarme en el cambio climático global, y no solo firmaré los Acuerdos Climáticos Globales de París, sino que conduciré una conversación mundial sobre la urgencia de esta crisis”.