Tal como lo señaló en la carta que envió al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, la ex titular de la Sedesol y la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, se presentó la mañana de este jueves en el Reclusorio Sur para que la Fiscalía General de la República (FGR) formule la imputación en su contra por el presunto delito de ejercicio indebido del servicio público.
“Solamente quiero decirles que estoy bien. Aquí estoy, como lo prometí, dando la cara como la he dado siempre y estoy muy tranquila”, dijo la exfuncionaria a una veintena de medios de comunicación tras su llegada al Reclusorio Sur, en la Ciudad de México. “Al final platicamos”, agregó.
Robles asistió acompañada por su equipo de abogados, encabezado por Julio Hernández Barros, por su hija Mariana Moguel y su ex asesora de comunicación social en la Sedesol, Rocío Bolaños.
Al llegar fue recibida por sus hermanas, quienes le manifestaron su apoyo incondicional ante el inicio de la diligencia en su contra, programada en la sala 1 del Centro de Justicia Penal Federal a las 11:00 horas.
De hecho, una de sus hermanas encaró a dos ex trabajadores de la Ruta 100, quienes siguieron a Robles mientras gritaban “corrupta”, “nefasta corrupta”. Los manifestantes, que llegaron al penal desde las ocho de la mañana, la acusaron de ser la responsable de haber decretado la quiebra de la empresa de transporte público a mediados de los años 90.
De acuerdo con la investigación presentada por el Ministerio Público federal, Robles habría entregado contratos irregulares por 7 mil 670 millones de pesos, a 186 empresas, durante 2013 y 2014.