El Presidente de México efusivamente pidió un aplauso que duró 10 segundos para sus adversarios, de quienes se ha expresado en sus discursos presidenciales como la oposición, “se portan muy bien”, dijo.
En su tercera escala en la gira que encabezó en el estado de Durango se dirigió a los llamados “conservadores”, indicando que se han portado muy bien, y eso es bueno porque critican dentro de una democracia, lo que confirma que no es una dictadura donde no se permiten los cuestionamientos.
“Y eso también se los tengo que reconocer a nuestros adversarios porque se han portado muy bien. No nos están viendo como enemigos, no nos ven como enemigos a destruir, sino como adversarios a vencer”, dijo.
Acompañado de su gabinete, del gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, el político tabasqueño pidió un aplauso a sus adversarios y reiteró que no va a reelegirse; “y tiene que ser así. Tiene que haber oposición a la democracia. En una dictadura hay pensamiento único nadie me habla nadie critica nadie cuestiona, nadie protesta nadie”.
“No es una dictadura y que quede muy claro yo aunque las circunstancias se presenten favorables, yo soy partidario del sufragio efectivo no reelección nada más mi tiempo”, añadió.
El primer mandatario explicó su forma de trabajar, presumió que le tocó a ellos, su grupo (Morena), dejar el inmovilismo y encabezar la transformación del país.
“Debemos de sentirnos dichosos porque nos tocó vivir estos momentos de transformación. Hay veces que pasa el tiempo, transcurre en años, décadas, siglos y no pasa nada, no se mueve nada todo es quietud inmovilismo. Y a nosotros nos toca estar en la cresta de una ola de transformación”, dijo.