Violan mujeres; reclaman justicia y autoridades acusan provocación.

A principios de este mes una menor de edad fue violada por cuatro policías de la Ciudad de México en la colonia San Sebastián en la alcaldía Azcapotzalco. Durante la madrugada, la joven regresaba caminando a casa, venía de una fiesta, cuando fue interceptada por elementos de seguridad; le preguntaron por qué caminaba sola de noche y el pánico se apoderó de ella.

Se acerco a una casa a pedir ayuda; tocó el timbre varias veces y nadie abrió lo que fue aprovechado por los uniformados para subirla a la patrulla a la fuerza y ahí violentarla sexualmente.

La madre de la menor fue quién realizó la denuncia, sin embargo, debido a que la información fue filtrada a los medios de comunicación y replicada en tan solo unas horas, la víctima y su familia decidieron no continuar con el proceso legal pues temían represalias. Desde el fin de semana pasado elementos de la procuraduría capitalina patrullan y resguardan los alrededores del domicilio de la menor.

El jueves de la semana pasada otra joven de 16 años denunció haber sido agredida sexualmente por un policía bancario en el Museo Archivo de la Fotografía, donde ambos trabajan. Estefanía N salió del inmueble en busca de ayuda, se encontró con elementos del sector Centro, quienes la acompañaron de regreso al museo y detuvieron al posible agresor.

Después de estos hechos, varios grupos de feministas convocaron a una marcha para hoy a través de redes sociales con los hashtags #lapolicíaviola y #nomecuidanmeviolan. La manifestación partió del edificio de la Secretaría de Seguridad Ciudadana ubicada en la calle Liverpool en la colonia Juárez.

Los contingentes caminaron hacia la Procuraduría capitalina entre música de batucada y las consignas “autodefensa feminista ante la violencia machista” y “a mí no me cuida la policía, me cuidan mis amigas”. El pliego petitorio presentado por las manifestantes contenía exigencias como la investigación de todos los elementos policíacos vinculados con delitos y el cese de sus cargos; también, el adecuado funcionamiento de las cámaras de seguridad y que los videos captados sean guardados durante 30 días en vez de siete, -como actualmente sucede-, personal femenino capacitado y suficiente para atender estos casos en los ministerios públicos y fiscalías especializadas.

Jesús Orta, secretario de Seguridad salió de su oficina para declarar ante medios de comunicación que mantendría un diálogo con las manifestantes, pero mientras decía esto una joven le arrojó un puñado de diamantina rosa a la cabeza y otra intentó pintarlo con spray, el funcionario volvió al interior de las instalaciones luego de asegurar que no existían condiciones para el diálogo.

La escena quedó grabada y replicada en varios portales web y redes sociales como Twitter.

Sobre este hecho y las pintas hechas con aerosol en la zona de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la jefa de Gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum, explicó a través de un video que se trató de actos de provocación por lo que se abrirán carpetas de investigación para dar con los responsables de los daños a los edificios. “Querían que el gobierno respondiera con violencia, pero no lo hará así, sino con justicia”, afirmó.

Minutos después de la conferencia de la jefa de gobierno las usuarias de Twitter publicaron respuestas en contra como “Tus vidrios regresa, la diamantina se quita”, “Exigir justicia no es una provocación. Nos están violando y matando”.

Por su parte la Procuraduría de la Ciudad de México expresó que “trabaja de manera ética y responsable en este y todos los delitos, siempre con apego y respeto a los derechos de las víctimas directas e indirectas; del mismo modo, reitera su disposición a escuchar los planteamientos de toda la sociedad”, además, informaron que pidieron el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos para atender el caso.

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