De acuerdo con El Universal, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le ha dado continuidad a otras diez anomalías vinculadas al periodo de gestión de Rosario Robles Berlanga en la Sedesol y la Sedatu, las cuales habrían provocado un daño al erario de mil 556 millones 314 mil 251 pesos.
Las auditorías realizadas en 2016 y 2017 apuntan que la Sedatu pagó a instituciones públicas y otros proveedores por “servicios, productos y estudios que no se entregaron, se copiaron de internet, se pagaron hasta en cuatro ocasiones o presentan inconsistencias”.
Algunos de estos se hallaron en las solicitudes por servicios que hizo la institución al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), ya que la Sedatu pagó entre dos y cuatro veces por un mismo entregable.
El Universal reporta que ni el SQCS ni los 25 proveedores a los que la Sedatu pagó 420 millones 880 mil pesos lograron comprobar ante la ASF que efectivamente brindaron servicios de diseño y elaboración de material en audio, vídeo, gráfico, así como sondeos para medir el impacto de programas de ordenamiento territorial.
Otra anomalía fue un daño al erario que se calculó en 271 millones 891 mil 665 pesos a partir de un pago que la Sedatu hizo en cuatro ocasiones por un mismo producto a la Televisora de Hermosillo, S.A. de C.V. (Telemax), en 2016.
Y otra más fueron los pagos por productos que hizo la dependencia a la Universidad Politécnica de Chiapas a través de cuatro convenios donde se registraron “inconsistencias en su contenido y elaboración y no cumplen con los objetivos”, lo que habría generado un daño al erario por 186 millones 113 mil 374 pesos.
En la auditoría forense 195-DS, se observó que en este caso la Sedatu pagó un sobrecosto de 104 millones de pesos y no se comprobó que la empresa contratada por la universidad haya participado en la elaboración de los entregables.
A esto se suma un pago de 106 millones 838 mil 857 pesos que hizo la Sedatu a la Universidad Autónoma Indígena de México, ahora Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa, por recursos entregables que antes habían sido pagados con recursos de el Banco Interamericano de Desarrollo (BIM).
“Así es que, con recursos del BIM, la Sedatu ya había pagado por un diagnóstico de las necesidades y ofertas de servicios para el empoderamiento de las mujeres en Tlapa de Comonfort, Guerrero, al Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco (ITSC), y a la Universidad Politécnica Francisco I. Madero por el Manual del Sistema de Gestión de la Ciudad de las Mujeres”, reporta El Universal.
En ese sentido, los documentos fueron entregados a empresas cuyos domicilios fiscales no pudieron ser encontrados por la ASF, en tanto no atendieron los requerimientos de información.
Por otra parte, la Universidad Politécnica Francisco I. Madero no acreditó la entrega del software para el registro, control y seguimiento de la información por el centro Ciudad de las mujeres, por el que recibió un pago de la Sedatu de 185 millones 839 mil 480 pesos.
Ayer, en el marco de su arribo al Aeropuerto de Oaxaca, el titular de la ASF, David Colmenares, informó que en una primera etapa se presentaron entre nueve y diez denuncias vinculadas a los desvíos de la Estafa Maestra y que estaban tratando de “ampliar ese espectro”.