El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en el pasado “las grandes tranzas” tuvieron el visto bueno del presidente en turno.

 

“Los grandes negocios, las grandes tranzas que se llevan a cabo en México siempre llevan el visto bueno del presidente de la República. Nada de que él no se entera, el presidente sabe todo lo que está sucediendo, tiene todos los elementos, tiene toda la información. Entonces, si arriba no hay corrupción, si el presidente es honesto, abajo tiene que haber honestidad; ese es el ejemplo que vamos a dejar establecido”, señaló tras recorrer el hospital rural en el municipio de Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.

El mandatario dijo que, si el presidente del país es honesto, entonces en niveles inferiores del servicio público se seguirá el ejemplo de honestidad.

En ese sentido, llamó a enfrentar las tentaciones y sobre todo “las del dinero y el poder, porque al tener cargos públicos es importante mantener los principios “y no robar”.

“Ya no vamos a estar de alcahuetes, de corruptos. Se tiene que llamar a las cosas por su nombre… Ladrón es ladrón”.

López Obrador subrayó que en su gobierno “ya no vamos a solapar a corruptos, no vamos a ser alcahuetes. Cuando se tiene un cargo, es como si se subiera a un ladrillo y se mareara”, pero que “es importante mantener los principios y no robar”, insistió.

Acompañado del gobernador Alejandro Murat e integrantes del gabinete de salud, López Obrador también refrendó que nunca utilizará al Ejército y la Marina para reprimir al pueblo.

Pidió no ver a los soldados con malos ojos, porque “ellos ayudan mucho. A mí me están apoyando, no saben cuánto. Si no fuese por la Secretaría de Defensa y de Marina cómo enfrentaría yo al huachicol, a todas las bandas que quieren apoderarse de nuestro país”.

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