El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, aseguró en conferencia de prensa que el objetivo de la institución que dirige será el de alcanzar una inflación baja y estable, para propiciar la inversión y la certidumbre empresarial en el ambiente económico nacional.
En el Artículo 2 de la reglamentación de dicha institución, se explica que: “El Banco de México tendrá por finalidad proveer a la economía del país de Moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario Procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. Serán también finalidades Del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos”.
Al respecto, Díaz de León aseguró que el actuar del banco central se debe a la congruencia con su función institucional y no a las recomendaciones que pudiera hacer el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues Banxico es autónomo al gobierno federal. “En el ejercicio de la autonomía del banco central, las decisiones de política monetaria dependen únicamente de las condiciones internas y externas en las que se enmarca el objetivo de estabilidad de precios, con un enfoque de largo plazo”, explicó el gobernador.
Precisó además que la Junta de Gobierno toma en cuenta otros factores para determinar su decisión monetaria. El diferencial de tasas con Estados Unidos y otras economías es uno de ellos, pero no es directo ni causal, expuso.
A finales de julio, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) disminuyó las tasas de interés, algo que no sucedía desde 2008. La baja fue de 0.25 por ciento, una decisión que dejó la tasa de referencia en la banda de 2 a 2.25 por ciento.
A su vez, apenas a mitad de agosto, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió bajar la Tasa de Interés interbancaria de 8.25 a 8.00 por ciento, después de seis meses de mantenerla sin cambios. Según informó el propio Banxico, la disminución en las tasas fue “tomando en cuenta que la inflación general ha disminuido conforme a lo previsto por este instituto central, la ampliación en la holgura mayor a la esperada, y el comportamiento reciente de las curvas de rendimiento externas e internas a diferentes plazos”.
La baja de las tasas de interés en la economía de un país atiende a incentivar el gasto en el mercado así como el aumento de dinero circulante, esto a riesgo de reducir la inversión privada o incluso la extranjera. Sin embargo, la desaceleración que vive el mundo ya tienen en vilo a los especuladores, lo por lo que ha sido beneficioso para los bancos centrales reducir sus tasas, incluso con menor probabilidad de provocar inflación.
En el marco del Seminario sobre los 25 años de Autonomía del Banco de México, Díaz de León mencionó que “la inmensa mayoría de los bancos centrales tienen como mandato prioritario la estabilidad de precios. Un banco central que buscó ser el común denominador de varios países y definir un mandato actualizado es el Banco Central Europeo, cuyo mandato es de estabilidad (económica) con inflación baja y estable”.
Mientras, en el caso del Banco de México, la posición monetaria ha respondido primero a la inflación que tocó el nivel más alto desde mayo del 2001 y luego al proceso complejo reciente que ha permitido llevarla a un nivel más estable en 3.8 por ciento.
Asimismo, el funcionario mencionó que “la mejor contribución que puede hacer el banco central para detonar la expansión económica es procurar un entorno de estabilidad, predecible y que permita a los agentes económicos tomar las mejores decisiones”.
Y añadió: “Los miembros de la Junta de Gobierno reconocimos que prevalece un contexto que cambia rápidamente como lo hemos visto en las últimas semanas. Así que fue consideración expresa de los miembros de la junta identificar los riesgos al alza y a la baja para la inflación y destacar, que dependiendo de los que se materialicen en las siguientes semanas, se tomarán las próximas decisiones”.