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Agresiones de autoridades en contra de las mujeres: datos y cifras de Amnistía Internacional

Durante el último mes, se ha hecho del conocimiento público, a través de medios informativos nacionales e internacionales y redes sociales, diferentes casos de agresiones, abusos y violaciones por parte de elementos policíacos contra la comunidad femenina.

Aunque el contexto es distinto, pues el gobierno actual que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador no está a favor del uso de la fuerza para la solución de conflictos, A Barlovento Informa retoma datos del informe “Sobrevivir a la muerte: Tortura de mujeres por policías y Fuerzas Armadas de México”, publicado en 2016 por la organización Amnistía Internacional, ya que los casos de entonces con los de ahora comparten ciertas características.

El documento explica que la policía y las fuerzas armadas de México utilizan la tortura, malos tratos y violencia sexual como una práctica normal durante los arrestos e interrogatorios.

Algunas de las formas de violencia utilizadas son las que no dejan tantas marcas visibles como fuertes golpes en el estómago, cabeza y oídos, amenazas de violación contra las detenidas o sus familiares, semiasfixia con bolsas de plástico, descargas eléctricas (sobre todo en geniales), pellizcos en los pezones y violación con objetos, dedos, armas de fuego y con el pene.

La mayoría de las víctimas de este tipo de violencia son jóvenes de bajos recursos económicos. El género, la edad y la condición socioeconómica son características que aumentan la probabilidad de ser detenidas de manera arbitraria y de ser torturadas.

Hace tres años Amnistía Internacional calificaba como “sumamente desalentadora” la respuesta de las autoridades ante esos casos de violaciones a los derechos humanos. En ese entonces, y ahora, podemos seguir afirmando que “la tortura y los malos tratos continúan y los autores gozan de una impunidad casi absoluta, pese a que el gobierno mexicano ha establecido varios mecanismos e instituciones para abordar el problema”.

De acuerdo con las cifras presentadas en el informe, de miles de denuncias de tortura realizadas de 1991 a 2016, solamente 15 terminaron con sentencias condenatorias a nivel federal. Sobre las denuncias hechas por mujeres contra elementos de las fuerzas armadas, el Ejército dio a conocer que no suspendieron a ningún soldado por violación o abusos sexuales entre 2010 y 2015. Por su parte, la Marina suspendió a cuatro marinos en ese mismo lapso de tiempo.

Según el Manual de las Naciones Unidas para la Investigación y Documentación Eficaces de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes para la mujer el toqueteo es traumático en todos los casos y se considera tortura.

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