El Partido Laborista, de ideología tendiente a la izquierda, ha decidido no respaldar la convocatoria de elecciones anticipadas anunciada por el Primer Ministro británico, Boris Johnson, tras el bloqueo parlamentario a sus planes para el llevar a cabo el Brexit a como de lugar.
“Celebrar elecciones ahora es una trampa”, ha declarado el portavoz laborista para el tema del Brexit, Keir Starmer. “Nuestra prioridad es garantizar que no habrá una salida de la Unión Europea sin un acuerdo”.
Precisamente, a la anterior Primer Ministro, Theresa May, por el tema de obtener o no un tratado comercial con la Unión Europea, le fue difícil lograr la salida del bloque regional, incluso habiendo escenarios donde se pensaba hacer otro referéndum para saber si la población en realidad quería el Brexit.
Tras su derrota parlamentaria del 3 de septiembre, por 27 votos, Boris Johnson desafió al líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, a una cita en las urnas el 15 de octubre, informó el medio, El Mundo. Después de llevar más de dos años clamando por unas elecciones generales, Corbyn decidió mirar sin embargo hacia otro lado y ceder a las presiones internas para no seguir el juego a Johnson, que ha vuelto a colocar a su partido al frente en las encuestas con un 33 por ciento de intención de voto, frente al 22 por ciento de los laboristas.
Cabe destacar que Philip Lee, diputado desde 2010, anunció ayer en un comunicado el cambio de formación al estar en desacuerdo con la postura del Gobierno, que está “buscando de forma agresiva un ‘brexit’ dañino”, según afirmó. A esto, se añadió que 21 conservadores “rebeldes”, votaron contra su propio líder el martes y, se prevé que lo volverán a hacer este miércoles en la segunda votación de la ley para bloquear el Brexit sin acuerdo. Johnson ha dado el primer paso para expulsarles y ha abierto de paso una crisis que amenaza con romper el partido.
Johnson necesita el respaldo de dos tercios de los legisladores para poder disolver el Parlamento y convocar elecciones, algo que quedará fuera de su alcance si la rebelión en su partido sigue
