Nouriel Roubini es un economista turco con residencia en los Estados Unidos; imparte clases en la Universidad de Nueva York y se le conoce como el “doctor catástrofe” luego de que previera la crisis de 2008. Ahora asegura que vendrá una nueva recesión mundial en 2020 y expuso las razones.
En un texto publicado por el portal eleconomista.es, de España, Rohaní infiere que la economía crece por encima de su nivel potencial”. “En 2020 -añade- el estímulo se agotará”, y el crecimiento económico sufrirá un frenazo.
Asimismo, el experto indica que La Reserva Federal de los Estados Unidos seguirá subiendo la tasa de referencia desde el 1,75 por ciento – 2 por ciento actual a por lo menos 3,5 por ciento en 2020”, provocando tensiones en los intereses a corto y largo plazo en la deuda y también en el dólar. “Esto implica que los otros grandes bancos centrales seguirán a la Reserva Federal en la normalización de la política monetaria, lo que reducirá la liquidez global y generará presión alcista sobre los tipos de interés”, indica.
La inflación norteamericana y las constantes disputas económicas del gobierno de Donald Trump con otras naciones como China, México y Canadá, mantendrán una tensión en los inversionistas que frenará la inversión de los empresarios, también asegura Roubini.
Por otro lado, asegura el texto de eleconomista.es, el catedrático de la Universidad de Nueva York aseveró que: “China debe frenar el crecimiento para hacer frente a su exceso de capacidad y de apalancamiento, o se producirá un aterrizaje forzoso; además, los mercados emergentes, que ya están en situación frágil, seguirán padeciendo el proteccionismo y el endurecimiento monetario en Estados Unidos”, comenta.
En occidente, el crecimiento en Europa también será más lento, debido al ajuste de la política monetaria y a fricciones comerciales. Además, políticas populistas en países como Italia pueden llevar a una dinámica de deuda insostenible en la eurozona.
Finalmente, otra de las razones con las cuales Roubini vaticina la “tormenta perfecta” son “los abultados balances de los bancos centrales y la falta de espacio para bajar los tipos de interés reducirán la posibilidad de seguir aplicando políticas monetarias no convencionales”, señala.
Según Roubini, informa el citado medio de comunicación, “a diferencia de 2008, cuando los gobiernos tenían las herramientas necesarias para evitar un derrumbe descontrolado, a la hora de enfrentar la próxima desaceleración las autoridades tendrán las manos atadas, con un endeudamiento general superior al de la crisis anterior, cuando se produzca, la siguiente crisis y recesión puede ser incluso más grave y prolongada que la anterior”.
