Este miércoles, el Senado de Argentina declaró por ley “emergencia alimentaria” en la nación sudamericana hasta 2020. Inflación, pobreza y tensión social de cara a las próximas elecciones de octubre son lo que acompaña a esta medida en un país gobernado por el proyecto neoliberal de Mauricio Macri.
Los 61 senadores presentes en el recinto, de un total de 72 que tiene ese cuerpo legislativo, dieron su aval a la iniciativa propuesta por movimientos sociales que aumenta las partidas alimentarias a los comedores comunitarios y que había recibido media sanción en la Cámara de Diputados hace una semana, reporta la agencia de noticias AP.
A estos establecimientos organizados por vecinos e instituciones religiosas y educativas acude un creciente número de personas afectadas por una inflación que, según varias estimaciones, superará el 50 por ciento este año en un contexto de recesión y aumento del desempleo, agregó la agencia.
Los responsables de comedores sostienen para AP, que además de alimentar a los niños que acuden para asegurarse al menos una comida completa al día, reciben a un número creciente de familias enteras y que los productos que envía el Estado son menos nutritivos.
El 3 de septiembre, la Bolsa de Buenos Aires registró fuertes retrocesos en el índice Merval, el cual caía 13 por ciento, a 22.701 unidades, y durante agosto, la suma de la caída en la bolsa llegó al 41,4 por ciento. Asimismo, hoy el dólar amanece en 56 pesos argentinos, lo que golpea las importaciones y el mercado interno al sur del continente, pues encarece los precios de los productos, siendo factor clave dr inflación.
En agosto los alimentos y bebidas registraron una subida de precios de 4.5 por ciento mientras que en los primero ocho meses del año el alza fue de 33.3 por ciento, registró AP.
No habría que olvidar que el gobierno de Mauricio Macri se ha hecho famoso gracias a los conocidos “tarifazos”, es decir, subidas a los precios de servicios básicos para disminuir los subsidios gubernamentales golpeando así el bolsillo de los consumidores, una medida del todo neoliberal, con la cual, por ejemplo, se aumentó la tarifa del gas en un 43 por ciento y en 2018 subió el transporte público en un 15 por ciento, adicional a lo que ya había encarecido desde la llegada de Macri al poder, junto con la electricidad que subió de precio hasta en 300 por ciento y el agua en 370 por ciento.
Argentina está entre los principales productores de alimentos del mundo, según la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero después de Venezuela es la nación con mayor inflación de América Latina, reporta AP. El encarecimiento de los alimentos afecta directo a los sectores más vulnerables y se estima que para fin de año el 35 por ciento de la población estará bajo la línea de pobreza.
La emergencia alimentaria estará en vigencia hasta diciembre de 2022 y dispone un incremento de al menos 50 por ciento de las partidas presupuestarias vigentes para este año, correspondientes a políticas de alimentación. Además faculta al Ejecutivo a reasignar partidas que podrán actualizarse trimestralmente tomando como referencia la variación de los precios de los alimentos.
Se estima que tendrá un costo adicional para el Estado de entre ocho mil y 10 mil millones de pesos (130 y 160 millones de dólares).