El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el asunto de utilizar al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para acabar con la defraudación fiscal, el huachicoleo, y otros delitos graves, se está sobredimensionando.
“Creo que es un medio legal, que está en la constitución, para el combate a la corrupción, para el combate al robo de combustible, para feminicidios, todo lo que está en el artículo 19 de la Constitución va a derivar en que puedan utilizarse medidas de inteligencia, que no de espionaje”, dijo el presidente.
“Están sobredimensionando el tema, están queriendo llevar las cosas a que es terrorismo fiscal, y dicen: ‘ay qué miedo’. El que nada debe, nada teme’, puede haber cárcel o pena perpetua para corruptos, para quienes evaden impuestos, o no cumplen con sus contribuciones, para quienes hacen fraude electoral, pero si un cuidadano no es corrupto, si paga sus impuestos, si un ciudadano no es huachicolero, si no es mapache electoral, qué le puede importar que haya pena perpetua”, añadió.
Al respecto, el mandatario referenció a por qué en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se quitó la corrupción como delito grave del Código Penal. “Pues no fue casual, había todo un ambiente, había abogados, había diputados que manejaban el Congreso y que hacían leyes a modo, modificaron la Constitución como quisieron para poder atracar, para poder robar”.
El presidente de México dijo también que espera que haya campañas por parte de la oposición para exagerar un asunto que para él no es “terrorismo” fiscal, tal como sucedió con las voces que hablaban del desabasto de medicamentos, donde las farmacéuticas tuvieron un papel importante debido a su preponderancia en el sector.
Para hablar de las campañas en contra de ciertas iniciativas que impulsa desde el Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador también me mencionó que le dio “una revisada” a los medios para medir la información sobre el nuevo etiquetado frontal que deben llevar los alimentos y mostró sorpresa al ver que la mayoría de los comunicadores estaban “en contra de saber lo que comen los niños, en un país que es el primer lugar en el mundo en obesidad; por qué: por la publicidad”.