Tras el golpe de Estado en Bolivia y la dimisión de Evo Morales, la presidenta de la Cámara de Senadores Jeanine Añez asumió la presidencia interina de su país.

Sin embargo, el Parlamento no logró quórum al no poder asistir los diputados del Movimiento Al Socialismo, que son mayoría, por no tener garantías para su seguridad. Añez se autoproclamó solo con una mínima presencia de diputados, todos de oposición.

En este contexto, personas afines a Morales que portaban la bandera indígena llamada Whipala llegaron a las afueras de la Plaza Murillo, donde se localizan el palacio presidencial y la Asamblea. “Evo amigo El Alto está contigo”, gritaban, en referencia de la ciudad vecina a La Paz.

Incluso, algunos medios informaron que se escuchaba que le decían qué decir mientras daba su discurso.

De esta manera se terminó de consumar el golpe de Estado que comenzó tras las elecciones del 20 de octubre pasado, según denunció el propio Evo.

Áñez se autoerigió en un primer momento presidenta del Senado tras lo cual, y siguiendo la línea de sucesión presidencial, se autopoclamó presidenta de la Nación.

“Ante la ausencia del presidente y vicepresidente se debe activar de inmediato la sucesión presidencia. Asumo de inmediato la presidencia del país y me comprometo a asumir todas las medidas necesarias para pacificar el país” dijo.

Además, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) reconoció a Jeanine Áñez Chávez como Presidenta de Bolivia.

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