El juez de Control Juan Carlos Ramírez Benítez negó la medida de libertad condicional al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien permanecerá en prisión preventiva cumpliendo una condena de nueve años por lo delitos de delincuencia organizada y lavado dinero.
Ayer, sábado 4 de enero, la defensa legal del ex mandatario estatal se presentó a una audiencia para apelar un cambio a la medida impuesta en contra de su cliente, mismo que fue negado.
Como razón para mantener a Duarte en prisión, Ramírez Benítez señaló el pacto que el mandatario habría hecho con el ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, y quien fuera su secretario de Gobierno, Miguel Ángel Osorio Chong, para entregarse a cambio de mantener libre a su esposa Karime Macías y recibir un contrato de arrendamiento por 25 mil pesos mensuales, razones por las que Duarte podría, de nuevo, escaparse del país, indicó.
Ricardo Sánchez Reyes Retana, abogado de Duarte, refutó que los delitos por lo se ha acusado a su cliente (lavado de dinero y asociación delictuosa) no ameritan la medida de prisión preventiva, e insistió en que se le concediera la prisión domiciliaria o la libertad condicional.
“Prácticamente nunca se sustrajo de la acción de la justicia, no lo aprehendieron sino que se entregó”, sostuvo el abogado. Esta versión, donde Duarte apuntó que su detención estuvo pactada con el gobierno anterior, se supo una vez que estaba aprehendido y condenado a nueve años de cárcel, luego del cambio de administración federal.
Sin embargo, al momento de notificarse los delitos en su contra, Duarte huyó de México y se mantuvo prófugo durante un año, hasta que se concretó su detención el 14 de abril de 2017 en un poblado turístico de Guatemala.
Ante la negativa, el penalista informó a los medios que interpondrán una apelación y, en caso de que no sea exitosa, comenzarán un nuevo proceso de amparo para conseguir la libertad condicional del sentenciado.