Este sábado llegaron a la frontera sur de México unos mil 500 migrantes provenientes mayormente de Honduras, quienes tratan de llegar a los Estados Unidos. Cruzaron desde Guatemala por el puente Rodolfo Robles y se encontraron con autoridades mexicanas quienes les prohibieron el paso.
Ante el intento de retener al grupo de migrantes, autoridades mexicanas, conformadas por policías antimotines y miembros de la Guardia Nacional, cerraron el portón fronterizo e incluso debieron usar gas lacrimógeno en el caso de quienes abusaban de la violencia para cruzar.
Hasta el momento, los migrantes amenazan con entrar a México sin papeles y continuar su camino hacia la frontera norte con Estados Unidos, ya que no les interesa trabajar en el sureste de México, como lo propuso Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció hasta 4 mil empleos para ellos.
En la caravana viajan personas de todas las edades y sexos indistintos, a quienes la Secretaría de Gobernación ha dicho en días pasados, se les atenderá si permiten un registro migratorio ordenado.