Descubren barrio de Temazcaltitlan en La Merced, uno de los más antiguos de Tenochtitlan

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer que los restos de un temazcal prehispánico en un predio cerca de La Merced en el Centro Histórico de la Ciudad de México, les permitió ubicar el lugar exacto donde estuvo el barrio de Temazcaltitlan, uno de los más antiguos de Tenochtitlan.

La ubicación de dicho temazcal coincide con la información del Mapa de Sigüenza, la Crónica Mexicáyotl y el Códice Aubin, que relatan la historia de la peregrinación del pueblo mexica.

El hallazgo fue realizado por uno de los equipos a cargo de Víctor Esperón Calleja de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH a través de la Secretaría de Cultura.

Las excavaciones dejaron al descubierto los vestigios de una vivienda que posiblemente fue habitada por una familia indígena noble poco después de la conquista española y de estructuras arquitectónicas de una curtiduría que funcionó entre 1720 y 1820.

“Es de una insólita coincidencia que los orígenes del callejón afamado por los expendios donde ‘se visten Niños Dios’, estén vinculados con la maternidad en la época prehispánica. En su Crónica Mexicáyotl, Hernando Alvarado Tezozómoc señala que en este lugar se hizo un temazcal para bañar y purificar a la doncella Quetzalmoyahuatzin, noble mexica que había parido en Mixiuhca, ‘allá se bañó la madre de Contzallan, por eso se denomina Temazcaltitlan, allá se bañaron todos los mexicanos, allá se asentaron’”.

Esperón Calleja señaló que esta es la primera vez que se consigue un testimonio “plausible” de la ubicación de este barrio donde se veneraban deidades femeninas como Tlazolteotl, Ayopechtli o Ixcuina (diosa del parto), Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel, advocaciones ligadas a la tierra, a la fertilidad, al agua y al pulque.

En la Plaza Juan José Baz, ubicada en contraesquina de la zona de Temazcaltitlan, se encuentra el monumento “La Aguilita” por ser el lugar del islote en el que se produjo el avistamiento del águila devorando a la serpiente, como pronosticó Huitzilopochtli.

“Lo que se puede observar son los restos de lo que fue un temazcal, fue elaborado de bloques de tierra o adobe, con algunos fragmentos de piedra de tezontle, con un recubrimiento de estuco. En la parte central está la tina o pileta de agua que sirvió para poder realizar baños de vapor”, se escucha en el video presentado por el INAH.

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