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Textos y Contextos – Aprovechar la tragedia: no es tan fácil comprobar las historias

Esta semana, trascendió en medios nacionales un escrito por el  columnista Héctor de Mauleón, en el que se daba testimonio sobre una familia cuya hija, apenas una niña, padeció la indefensión debido a la falta de medicamentos y atención médica pública.

En la sección de opinión de El Universal, bajo el título alarmista de “El gobierno de AMLO la abandonó”, se narra la historia de Ana Lucía, hija de un profesor llamado Walter Rupprecht, quien, según de Mauleón, se narra la trágica crónica de padre e hija padeciendo malos diagnósticos y un sinfín de desatenciones en el sistema de salud mexicano, una historia que retomaron personajes como Ciro Gómez Leyva.

La historia se puede consultar aquí: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/hector-de-mauleon/el-gobierno-de-amlo-la-abandono

Sin embargo, la réplica vino de Luz Victoria Flores de Villegas, jefa de Hematología Pediátrica del Hospital 20 de noviembre del ISSSTE, que dirigió una carta a Presidencia, donde señaló que el contenido de la columna era falso, pues la niña fue tratada en todo momento.

“La niña era tratada con nosotros en el Centro Médico 20 de noviembre y fue diagnosticada, al llegar a nuestro servicio, de manera correcta y rápida, y recibió el tratamiento de quimioterapia disponible, logrando la remisión de la enfermedad”, señala la misiva.

Continúa: “Sin embargo, la menor presentó una reacción alérgica a la Asparaginasa, por lo que los padres se pusieron en contacto con los médicos suizos para conseguir algún sustituto; aunque, finalmente, se resolvió que la niña fuera atendida en aquel país”.

Y añade: “Ya que buscaban desde el principio ser atendidos en Estados Unidos o en Suiza. Después de varios meses, el gobierno suizo autorizó su atención y la niña viajó a Suiza el 22 de enero de este año junto con su padre. La paciente recibió el resto de su quimioterapia y se trasladó en óptimas condiciones de salud”.

Más allá de la veracidad de la historia, el sufrimiento de una niña que padece cáncer, el de su familia, ya es una tragedia, por lo que abordar su historia, ya lo hagan las autoridades, ya lo hagan los periodistas, lo haga quien sea, debe ser con todo profesionalismo y respeto; por eso, lo que se cuestiona es con qué ligereza podemos abordar un tema en los medios de comunicación, sin el mínimo rigor periodístico.

De Mauleón escribió como réplica en su cuenta de Twitter: “Señor presidente @lopezobrador_, en mi columna di voz a una familia que tiene una niña enferma y para la que no hay medicamentos. Esa familia considera que su gobierno la abandonó. ¿No sería mejor atender el reclamo, en vez de linchar periodistas?”.

 

Entonces, como audiencia, la pregunta sería: Héctor de Mauleón, ¿no sería mejor tener una metodología más profesional, corroborar las historias de las que uno opina en sus columnas de forma más precisa y evitar a que la editorialización se confunda con calumnia?

Las historias trágicas, como una buena novela, se antojan atractivas para los medios de comunicación. En la retórica aristotélica se explica precisamente la necesidad de tener discursos con lógica, pero también con emociones para seducir a la audiencia, y qué mejor que una niña víctima del gobierno para atrapar a los lectores de un medio como El Universal, en su mayoría ávidos de argumentos para golpear al gobierno de López Obrador.

Ana Lucía, más allá de su lucha por la vida, que es del todo admirable, por el tratamiento de de Mauleón nos recuerda a Frida Sofía, aquella niña inexistente que nunca estuvo bajo los escombros del colegio Robsamen pero con la cual Televisa lucró durante días para atrapar a la audiencia y al final, pedir disculpas porque su reportera, Danielle Dithurbide no supo hacer bien su trabajo.

Y no decimos que Ana Lucía no exista o ella y si familia no merezcan las más atenciones para padecer menos dolor del que ya seguro cargan en su vida, pero hasta para darle voz a los que no la tienen, hay que seguir ciertas reglas.

El columnismo es una parte del periodismo muy sencilla: qué de complejo tiene sentarse a escribir un texto sobre un tema desde la óptica personal; lo difícil es llegar hasta el punto en el que vale la pena ser leído, tener credibilidad, un nombre que la gente busque para informarse. El señor de Mauleón puede reclamarle al gobierno desde la trinchera del reconocimiento que tiene de su audiencia, pero, esta vez, le falló el oficio del reportero, porque en su columna, faltó la voz, por ejemplo, de Luz Victoria Flores, quien debió buscar sus medios para hacerse escuchar.

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