Redacción A Barlovento
Mientras en México una parte de la población quiere celebrar Semana Santa en la playa, siguen haciendo fiestas o atestan tianguis y mercados, en Nueva Zelanda las autoridades han propuesto medidas muy estrictas no para bajar la curva de contagio del coronavirus, sino para eliminarla por completo.
Hasta este jueves, en Nueva Zelanda había 992 casos confirmados de covid-19. Fue el 28 de febrero cuando se detectó al primero. El único fallecimiento, el de una anciana que contrajo el virus en el extranjero, ocurrió el pasado 29 de marzo, según datos de la BBC Mundo.
La acumulación de casos, por el contrario, ha visto un importante aumento en las últimas dos semanas, al pasar de 189 casos el 25 de marzo a casi mil pacientes el 9 de abril, según la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, la recuperación de casi 300 pacientes y solo un fallecimiento, genera esperanzas de que la estrategia de “eliminación” esté funcionando es la disminución en la aparición de nuevos casos.
Los puntos clave para Nueva Zelanda en esta estrategia de control total para la eliminación han sido: controles fronterizos con aislamiento de viajeros efectivo;
Detección rápida a través de pruebas generalizadas, aislamientos y rastreo de contactos; promoción intensa de la higiene y cumplimiento estricto del distanciamiento social; y una estrategia efectiva de comunicación para la población.
Nadie puede salir de casa, excepto a comprar víveres o medicinas, o hacer ejercicio en los alrededores del hogar. Solo se permite el contacto en la “burbuja” del hogar y las autoridades constantemente informan cómo salir de forma segura. Los empleados de servicios esenciales son los únicos que pueden estar en las calles.
Ir fuerte y a tiempo le dio al gobierno y al sector de la salud tiempo para prepararse para lo peor, incluida la instalación de estaciones de prueba y tratamiento hospitalario”, comentó para la BBC Mundo la profesora Ella Henry, de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda).
“Sigue las reglas y QUÉDATE EN CASA. Actúa como si tú tuvieras covid-19. Esto salvará vidas”, decía un mensaje del gobierno enviado el 25 de marzo a toda la población.
Pese a todas estas restricciones, el ministro de Salud de Nueva Zelanda , David Clark, declaró que era un “ idiota “ tras haber quebrado la cuarentena de su país por covid-19 al desplazarse con su familia a la playa hace unos cuántos días.
Clark admitió que su viaje de 20 kilómetros fue “una clara violación de los principios del confinamiento”. El político le presentó su dimisión a la primera ministra Jacinda Ardern, pero por ahora permanecerá en el cargo debido a la crisis sanitaria.
Para leer la nota completa de Darío Brooks, de la BBC Mundo, puedes ingresar al siguiente link: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52236136