“El gobierno de facto de #Bolivia negocia un préstamo con el FMI, cuyos condicionamientos han llevado a países vecinos a la quiebra porque significan privatización de servicios básicos y de recursos naturales que traen mayor pobreza”, ha dicho Morales en sus redes sociales.
Y en efecto, el gobierno de facto de Bolivia solicitó créditos de al menos mil millones de dólares a organismos internacionales como el FMI, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros para inyectarlos en la economía ante la pandemia del nuevo coronavirus.
Según TeleSur, el viceministro de facto de Tesoro y Crédito Público, Carlos Schlink Ruiz indicó que con el BID se pretenden negociar 350 millones de dólares, con el FMI 300 millones y la CAF tiene un monto similar de 350 millones de dólares.
“Hay montos importantes y tenemos que darles el respaldo de dónde van a ser invertidos esos recursos nominativos que aún no se nos han asignado”, dijo durante su ponencia en el seminario virtual Políticas Económicas en Bolivia: Contexto de Coronavirus (Covid-19), organizado por la Universidad Católica Boliviana.
En el evento, otro de los participantes, el director del Banco Central de Bolivia (BCB) José Gabriel Espinoza Yáñez, aseguró que a nivel micro y macroeconómico hay una descapitalización ante la paralización económica causada por el virus.
El directivo hizo énfasis en que “ante la falta de ingresos las personas sacan y gastan sus ahorros y esto también repercute en el sistema financiero para quienes demandan créditos”.
Además, agregó que hay una descapitalización “desde la señora que vende en una tienda, porque puede estar prestando y quizá no le paguen, hasta en pequeñas empresas familiares como grandes”. “La descapitalización trae desempleo”, dijo.
Actualmente, la deuda externa boliviana llega a los 11 mil 267 millones de dólares, una cifra que representa el 27,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En tanto, Morales añadió en sus redes: “Unasur habría sido, ahora, muy importante para adoptar medidas conjuntas entre nuestros países para enfrentar la pandemia con un fondo común y adquirir equipos de bioseguridad, insumos médicos y medicamentos. Necesitamos compartir lo que tenemos entre Estados”.
La Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur), a la que hace referencia Evo Morales, fue establecida en mayo de 2008, con ocasión de la firma de su Tratado Constitutivo en Brasília, el cuál queda instituido jurídicamente hasta 2011. Su estructura organizacional incluye órganos políticos y órganos sectoriales para la cooperación económica de los países sudamericanos firmantes.
En abril de 2018, los gobiernos conservadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú decidieron suspender su participación en el organismo por tiempo indefinido debido a la falta de “resultados concretos que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización”.
El primer secretario general del organismo fue el ex presidente de Argentina, Nestor Kirchner; la Unasur ha sido constantemente criticada por los Estados Unidos y se identificó como un intento de los gobiernos progresistas de la región por hacer un bloque multilateral que compitiera en el mercado internacional.