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Arranca Sedatu ciclo de conversatorios virtuales para discutir efectos del COVID-19 en el territorio

Ciudad de México, 17 de abril 2020.- La contingencia por el COVID-19 ha dejado ver la necesidad de contar con políticas públicas territoriales que faciliten el impulso de mejoras en la salud pública; por ello, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Salud, con el apoyo de Cities Alliance, ONU Hábitat y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ), arrancaron el “Ciclo de Conversatorios y Webinarios: los desafíos del desarrollo territorial ante el COVID-19”, con el objetivo de analizar mecanismos que pueden implementar desde el sector territorial.

En la inauguración del ciclo con el conversatorio titulado “Contingencia COVID-19: aprendizajes para el territorio”, Román Meyer Falcón, titular de la Sedatu, declaró que la actual coyuntura es un buen momento para reflexionar sobre la importancia de las condiciones de habitabilidad que deben tener las viviendas en México, el diseño de los procesos de planeación urbana y la interacción con autoridades estatales y locales.

“Como Estado mexicano tenemos que repensar cómo estamos diseñando los espacios públicos; los gobiernos municipales tendrán que reforzar lo que corresponde a la planeación de las localidades y concentrarnos en las zonas periféricas urbanas donde las condiciones de habitabilidad de las viviendas tienen una notoria carencia. Necesitamos impulsar una política de vivienda mucho más sustancial y adaptable a las necesidades de las comunidades y barrios periféricos de las ciudades”, explicó.

Ricardo Cortes Alcalá, director general de Promoción de la Salud, señaló la necesidad de contar con políticas pública que impulsen la salud; así como el análisis de los determinantes sociales, económicos, educativos –entre otros- de la misma; es decir, sus causas.

“Las políticas territoriales para proteger la salud pública se deben ver desde esta perspectiva; mejorar el entorno físico en el que vivimos para poder ser menos sedentarios, hacer más ejercicio, vivir mejor, ofertar mejores alimentos y con eso, vamos a disminuir la curva epidémica de obesidad”, detalló.

En su intervención, Anaclaudia Marinheiro Centeno, gerente regional para América Latina y el Caribe de Cities Alliance, afirmó que la pandemia por COVID-19 ofrece la oportunidad de plantear una reforma estructural respecto a la forma en que se trabajan las políticas urbanas, la gestión y gobernanza de las ciudades; con especial atención en aspectos sociales, económicos y ambientales, priorizando los asentamientos informales.

Eduardo Moreno, director de Investigación y construcción de capacidades de ONU-Hábitat en la oficina sede de Nairobi, Kenia, y titular interino de ONU-Hábitat México y Cuba, recordó que en los últimos 20 años, las ciudades mexicanas crecieron con la misma estabilidad de pobreza y a nivel mundial, 70% de las ciudades fueron más desiguales, por lo que se pronunció a favor de repensar las regiones, sus funciones, espacios y mecanismos de articulación e intermediación con el mundo rural y urbano.

“El territorio y el espacio tienen que rearticular, de nuevo, lo rural y lo urbano y hacer del sistema de ciudades y de ordenamiento, una respuesta eficaz en el que el territorio y el espacio se conviertan en rectores de articulación y cambio”, concluyó.

En el conversatorio también participaron: Álvaro Soldevila, director adjunto para América Latina y el Caribe de la Red Global de Ciudades Resilientes; Jericó Abramo Masso, Secretario de Vivienda y Ordenamiento Territorial de Coahuila; Surella Segu, arquitecta y urbanista, así como integrantes de la Alianza para la Regeneración Urbana, entre otros.

Cabe señalar que los jueves de las siguientes semanas se realizarán conversatorios similares en donde se aborden temas como: la función social del suelo y la salud pública, gobernanza metropolitana, movilidad ante contingencias sanitarias, entre otros.

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