Este martes, Estados Unidos encabeza la lista de contagios por Covid-19 en el mundo, al superar el millón de casos confirmados con un millón 2 mil 498, mientras que la cifra de decesos llegó a los 57 mil 266, esto según las cifras de la Universidad Johns Hopkins.
En este sentido, el país norteamericano se convirtió en el nuevo epicentro de la pandemia desde hace semanas, encabezando la lista de contagios por delante de España donde se registran 232 mil 128 casos y 23 mil 822 fallecimientos; seguido de Italia con 201 mil 505 infectados y 27 mil 359 decesos; y Francia con 166 mil 036 contagios y 23 mil 327 muertos desde el inicio de la pandemia.
Lo que nadie se explica es que como Estados Unidos que es una de las naciones más poderosas del mundo no pudo contener el virus, y se convirtió en el epicentro de la pandemia, pues muchos analistas creen que esto radica en la lenta respuesta del Gobierno.
Estados Unidos y Corea del Sur reportaron sus primeros casos al mismo tiempo. Sin embargo, el gobierno de Seúl logró poner la crisis bajo control con un agresivo sistema de contención, mientras que el país norteamericano, optó por prohibir la entrada a personas provenientes de China, y espero un mes después para aplicar las medidas de distanciamiento social, para ese tiempo la propagación del virus ya era demasiada.
En este contexto, la Casa Blanca asegura que las medidas se tomaron en el momento oportuno y el presidente Donald Trump ha afirmado en numerosas ocasiones que ha manejado la crisis “muy bien” y que debería dársele crédito por haber actuado muy pronto.
No obstante, el 11 de abril, The New York Times publicó una investigación sobre las alertas que el doctor Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, admitió que nadie negaba que las medidas de mitigación tempranas podrían haber salvado vidas, así como otros funcionarios quienes insistían en que se tomaran medidas más agresivas desde finales de febrero.
Además, se le suma el mal manejo que tiene el Presidente Donald Trump, ante la crisis por gran medida en realizar declaraciones que podrían poner en riesgo de la vida de los estadounidenses, como cuando mencionó del uso de de diferentes tratamientos (cuya eficacia no ha sido demostrada), o el escándalo de las últimas semanas, cuando sugirió que el uso del cloro y otros desinfectantes para el hogar podrían servir para combatir el virus en humanos.
Asimismo, otro de los factores que contribuyó a la lenta respuesta que tuvo el gobierno estadounidense ante el coronavirus fueron los problemas con las pruebas, las cuales salieron defectuosas y que tuvieron que ser cambiadas limitando así el tiempo para diagnosticar el virus.
A esto se le suma los más de 27 millones de estadounidenses que no cuentan con accesos a los servicios de salud según datos de la Oficina del Censo, así como los 11 millones de inmigrantes que no tienen documentos y por ende no pueden buscar atención médica, este también es un gran factor que pone en riesgo a toda la población de los Estados Unidos.