A finales de enero de 2019, Juan Guaidó, diputado opositor, comenzó un fallido golpe de Estado que para su consuelo, algo logró. Algunos países le quitaron reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro, entre ellos Inglaterra. Por ende, el Banco de su país se niega a entregar las reservas de oro pertenecientes a Venezuela.
En tanto, el Banco Central de Venezuela (BCV) acudió a un tribunal en Londres para intentar recuperar mil millones de dólares en lingotes de oro de sus reservas internacionales depositados en custodia en el Banco de Inglaterra.
En abril Venezuela envió una solicitud al Banco de Inglaterra en la que solicitó al principal regulador financiero del Reino Unido que vendiese parte de sus reservas y enviase las ganancias a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que pudiese ayudar al país sudamericano en su lucha contra el Covid-19.
La demanda presentada ante el tribunal comercial, fechada el 14 de mayo, apunta a que el banco central venezolano “busca una orden que requiera que el Banco de Inglaterra cumpla con las instrucciones propuestas”.
Los fondos, una vez transferidos al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se utilizarían para comprar equipos médicos, medicamentos y alimentos para afrontar la “emergencia del COVID-19” en Venezuela.
Debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos y las fluctuaciones que han tenido de los precios de petróleo, vender ese oro se ha convertido en una de las pocas opciones que puede utilizar la Administración de Maduro para recaudar los fondos necesarios.
“El arrastre del Banco de Inglaterra está obstaculizando críticamente a Venezuela y los esfuerzos de la ONU para combatir el COVID-19 en el país”, advirtió en un comunicado Sarosh Zaiwalla, un abogado de Londres que representa al banco central. Ahora, el BCV está requiriendo la transferencia como un “asunto urgente” para adquirir alimentos y medicinas.
Las autoridades venezolanas aseguran que requieren de esos recursos para hacer frente a la crisis causada por la pandemia del coronavirus en ese país, que hasta este martes había registrado oficialmente 749 contagios y 10 muertes, la cifra más baja de América Latina junto a Costa Rica, según la recopilación de datos de la Universidad Johns Hopkins, informó la BBC Mundo.