Con el objetivo de garantizar insumos médicos a todos los profesionales de la salud que se encuentran laborando en la primer línea de batalla ante el Covid-19, el Gobierno de la Capital Mexicana, en coordinación con la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM) y la empresa incubada en la Facultad de Ingeniería (ATFIL), inauguraron una fábrica de mascarillas N95, en la Ciudad de México.
La fábrica que fue instalada en la alcaldía Xochimilco,tiene una capacidad de producción de hasta 40 mil mascarillas y se estima que para el 31 de diciembre del 2020, se cuente con un total de 6 millones de mascarillas realizadas.
Por su parte, el director general de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la SECTEI,José Bernardo Rosas Fernández, dio a conocer que la inversión para este proyecto fue de 31.5 millones de pesos, costo que integra: la instalación de maquinaria, el espacio y la producción.
“Cabe aclarar que esta fábrica cuenta con los certificados aplicables para su producción, venta y distribución de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS); así como con el cumplimiento de las normas NOM 116-STPS-2009 Y NIOSH 42 CFR 84 N95, de México y Estados Unidos”, comunicó un informe emitido por el Gobierno de la Ciudad de México.
Del mismo modo, se dio a conocer que las mascarillas fabricadas en dicha empresa cuentan con cinco capas de protección y filtración, y están hechas con: tela sintética repelente, material termoformable y múltiples capas de polipropileno.
Finalmente, el secretario administrativo de la UNAM,Luis Agustín Álvarez-Icaza Longoria, destacó que dicha institución educativa es la encargada de brindar acompañamiento técnico, de supervisión y administrativo en la fábrica, con el objetivo de cumplir con los estándares de calidad que se requieren.
Cabe aclarar que las mascarillas N-95, es un tipo de protección que suele ser utilizado en entornos laborales en donde hay un mayor riesgo de contagio por Covid-19 u otras enfermedades similares.
Este tipo de mascarillas filtra hasta el 95 por ciento de las partículas aéreas, sin embargo, requiere estar elaborado con materiales especializados.