La directora general de Políticas para el Cambio Climático de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Yutsil Sanginés Sayavedra, afirmó que el regreso a la nueva normalidad tendrá que llevarse a cabo a través de un esfuerzo de transversalidad así como de un fortalecimiento de capacidades encaminadas hacia una transición energética en apego a los compromisos del país en esta materia.
En su participación en los Diálogos Ambientales, la funcionaria destacó que el cambio climático, que representa una de las mayores amenazas que enfrenta nuestro planeta, pero México cuenta con instrumentos de política nacional como el Programa Especial de Cambio Climático 2020-2024 (PECC), el cual se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y responde al cumplimiento de las Contribuciones a Nivel Nacional (NDC por su siglas en inglés).
Señaló que los cuatro objetivos prioritarios del PECC y sus estrategias vinculadas a los 5 ejes del componente de adaptación de las NDC, tienen indicadores de seguimiento, así como metas específicas como la reducción del dióxido de carbono (CO2), la generación de energías limpias, el fortalecimiento de capacidades adaptativas, y la conservación de bosques, selvas y manglares para la captura de carbono.
En este sentido, destacó que el compromiso es la reducción del 22 por ciento de gases efecto invernadero y el 51 por ciento de carbono al 2030, y reiteró que para ello, se necesita la participación de muchos actores para superar los retos y las barreras que se puedan llegar a presentar.
Por su parte, Iván González Márquez, de la Oficina del Secretario de la Semarnat, argumento que el SARS-CoV-2, se ha convertido en un catalizador que impulsará un cambio de fase global que generará una modificación de tendencias a gran escala, luego de haber alcanzado los límites de sostenibilidad del planeta, como resultado de un proceso de “gran aceleración” del desarrollo mundial.
“Con el Covid-19, además de tener que hacer frente a una crisis económica por detener las actividades como lo estamos haciendo, la dificultad será cómo reactivar la economía a partir de un esquema diferente, porque la situación energética actual no permitirá seguir dependiendo de los combustibles fósiles, toda vez que su producción irá a la baja mientras las energías renovables no alcanzan a cubrir los niveles actuales de consumo de energía”, indicó.
Esto, pone en discusión sobre cuáles son los modelos de desarrollo y las directrices para hacerle frente a este escenario en el que nos encontramos, por lo que señaló que “se necesita un modelo diferente que revierta los efectos del neoliberalismo que sometió a presión a la sociedad en los servicios públicos, de infraestructura y de salud, al socializar los costos y privatizar los beneficios”, expresó.