A través de una carta de tres cuartillas dirigida a Mónica Fernández Balboa, presidenta del Senado; Mara Gómez Pérez, renunció a su cargo como titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
La ex funcionaria relató en el documento que la renuncia se realizaba debido a que “no se puede transformar una institución y atender eficazmente las responsabilidades que lo competen, si no se cuenta con el apoyo necesario, tanto económico como institucional”.
Además, declaró que la vocación humanista con la que fue diseñada la CEAV se “pervirtió”, debido a que aseguró que “la obligación legal de garantizar, promover y proteger los derechos humanos de las víctimas de la violencia fue reemplazada por una fórmula clientelar, centrada en el reparto de recursos económicos, usando el dinero para pagar la falta de verdad y de justicia”.
Sin embargo, cabe recordar que la renuncia y estas declaraciones de la ex funcionaria, se realizan días después de que Integrantes del Colectivo Familiar de Desaparecidos de Jalapa, sostuvieran una reunión con Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, en donde dicho grupo demandó la destitución de Mara Gómez Pérez.
La petición de los grupos se documentó en una carta que fue enviada al Senado de la República y la solicitud fue recibida por la presidenta de la mesa directiva de dicho órgano, Mónica Fernández.
De acuerdo con el periódico Milenio, una madre integrante de dicho colectivo comunicó que la petición sobre la destitución de Mara Gómez, se debían principalmente a que la funcionaria no mostraba un trato cordial con las víctimas. “La señora es muy insensible, muy inhumana, cosa que no nos merecemos y hemos tenido un trato indigno por parte de ella”, explicó la madre de una joven desaparecida a dicho medio nacional.