En el marco de su informe a dos años de la victoria electoral de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador, explicó que el paradigma económico ha cambiado en México, por lo que se prioriza el apoyo al 70 por ciento de las familias de escasos recursos, lo que no implica el abandono al 30 por ciento restante ubicadas de la clase media alta en adelante.
“Ahora nosotros destinamos los apoyos para el Bienestar empezando por la base de la pirámide social y a su cúspide, de abajo hacia arriba”, dijo el mandatario.
Antes de la crisis sanitaria, el 55 por ciento de familias eran apoyadas por los programas sociales, dijo el presidente, y aseguró que a finales de este año se espera beneficiar a 25 millones de hogares, equivalentes al 70 por ciento de los habitantes en el país.
“Los de abajo reciben más beneficios porque se trata de los pobres y no puede haber trato igual entre desiguales”, dijo el Jefe del Ejecutivo al fundamentar que a ellos les tocan más de un apoyo y se prioriza a comunidades indígenas.
Se prioriza también, dijo López Obrador, a los trabajadores al servicio del Estado, como maestros, oficinistas, técnicos de Pemex, trabajadores de la salud, entre otros que abarcan desde los muy pobres hasta la clase media-media.
“Con esto se está fortaleciendo la capacidad de compra de la gente y estamos reactivando la economía”; sin embargo, el presidente mexicano aseguró: “Estamos persuadidos que un gobierno democrático, aún que por justicia vela por los más necesitados, tiene la obligación de cumplir con el bienestar de todas las personas”.
Y aunque el mandatario explicó que asegurar el crecimiento económico de las clases bajas tiene como objetivo “conseguir la paz y la tranquilidad en México”, pues “ningún mal se equipara a la violencia”, no significa que de abandone al 30 por ciento del resto de las familias que se registran en las clases altas de México.
Esta nueva política de seguridad, dijo el presidente López Obrador, empieza a dar resultados. Se ha roto la tendencia histórica del crecimiento en las cifras de homicidios y el resto de los ilícitos desde noviembre de 2018.
Esto, explicó, “ofrece la oportunidad de hacer negocios, sin trabas o ataduras que significaban antes la corrupción y la impunidad, ante un auténtico Estado de derecho”, y recalcó que no se han aumentado impuestos ni el precio de los servicios básicos como la electricidad o los hidrocarburos.
“Los sectores de mayores ingresos se ven beneficiados del mayor poder adquisitivo de las clases populares, lo que mejora el mercado interno”, aseguró y añadió: “Atendemos a los pobres por convicción y humanismo, pero también porque si otorgamos recursos a los menos favorecidos ayudaremos a que haya consumo y lograremos la reactivación de la economía para salir de la crisis”.
Finalmente, en relación a este tema, citó un fragmento del “Programa del Partido Liberal”, firmado por Juan y Manuel Saravia, Ricardo y Enrique Flores Magón y Librado Rivera, en 1906.
“Cuando el pueblo es demasiado pobre, cuando sus recursos apenas le alcanzan para mal comer, consume sólo artículos de primera necesidad, y aun éstos en pequeña escala (…) Pero si estos hambrientos dejan de serlo; si llegan a estar en condiciones de satisfacer sus necesidades normales; en una palabra, si su trabajo les es bien o siquiera regularmente pagado, consumirán infinidad de artículos, de que hoy están privados, y harán necesaria una gran producción de esos artículos. Cuando los millones de parias que hoy vegetan en el hambre y la desnudez coman menos mal, usen ropa y calzado y dejen de tener un petate por todo ajuar, la demanda de mil géneros y objetos que hoy es insignificante aumentará en proporciones colosales, y la industria, la agricultura, el comercio, todo, será materialmente empujado a desarrollarse en una escala que jamás alcanzaría mientras subsistan las actuales condiciones de miseria general”, exclamó el presidente de México.