En rueda de prensa junto con el Consejero Jurídico y el Fiscal de Chihuahua, Javier Corral, gobernador de la entidad, señaló que César Duarte, ex gobernador acusado de daños millonarios al erario chihuahuense, “contaba con un manto de impunidad” en el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero que “con la entrada del nuevo gobierno cambió esa suerte”.
Luego de que ayer el mandatario estatal felicitó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por la detención, así como al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, Corral explicó hoy que la detención del ex priista no es un regalo ni un favor del gobierno de Estados Unidos, sino una aprehensión que deriva de un tratado, de “un proceso muy largo”.
“Es un proceso muy largo como para decir que se trata de un asunto que surgió como si se intercambiaran favores; es el cumplimiento de un tratado, no es un regalo, no es un favor de los Estados Unidos (…) Es el cumplimiento de un tratado que México suscribió para combatir la corrupción y la impunidad”, aclaró Corral, y de nueva cuenta destacó la labor de las autoridades federales.
En ese sentido, destacó que César Duarte, calificado por Enrique Peña Nieto como uno de los personajes que integraron una nueva “generación del PRI”, la mayoría de ellos acusados de actos de corrupción, recibió por parte del expresidente un “manto de impunidad” que se terminó con la llegada de la actual administración, cuyo uno de sus pilares es el combate a la corrupción. Cabe destacar que el ex mandatario de Chihuahua se mantuvo prófugo por años, pese a que pesaban sobre él 21 órdenes de aprehensión.
“Debo decir que esta detención sí es muy esperanzadora en torno de lo que puede ser un gran antecedente en combate a la corrupción, porque son muy sólidas las investigaciones del Ministerio Público porque el arsenal probatorio con el que acompañó cada carpeta de investigación hablan de un trabajo profesional fuerte que puede decantar un gran precedente del combate a la corrupción”, dijo.
Corral adelantó que tras su extradición Duarte permanecerá en una prisión de Chihuahua, y expuso que los tribunales del estado “llevan mano” para juzgar al ex gobernador priista porque se trata de una causa local por peculado, asociación delictuosa y fraude electoral.
Por su parte, César Augusto Peniche, fiscal del Estado, declaró durante la rueda de prensa que la extradición de Duarte podría ser un proceso que tome varios meses, pues se trata “de un trámite que no habrá de ser inmediato y vamos a tener que esperar seguramente varios meses hasta que logremos tener el resultado”.