Casa Blanca planea aprobar extracción de petróleo en el Ártico de Alaska

El Gobierno de Estados Unidos tiene previsto autorizar la extracción de petróleo y gas en el Ártico de Alaska antes de que termine el año. David Bernhardt, secretario de Interior, ha revelado en una entrevista con The Wall Street Journal que la Administración de Donald Trump está ajustando los detalles para subastar contratos de extracción de hidrocarburos en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, una región que ha estado protegida en los últimos 50 años y donde habitan importantes colonias de osos polares y renos, según reporta El País.

La administración Trump planea aprobar este lunes un programa de cesión y arrendamiento a la explotación de petróleo dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR, por sus siglas en inglés). Una decisión que abrirá por primera vez un área de naturaleza virgen de 19 millones de acres (76 mil 890 km2) a la perforación y dificulta que los demócratas puedan deshacer esta decisión en caso de hacerse con la Casa Blanca en noviembre.

Cuando la administración Trump propuso por primera vez abrir el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska a la exploración petrolera, predijo que la perforación generaría unas ganancias para el Tesoro federal: de unos mil 800 millones de dólares.

No obstante, posteriormente, un análisis del New York Times, sobre casos similares anteriores, sugiere que los beneficios serian solo de unos 45 millones de dólares en la próxima década. Incluso la última estimación del gobierno federal es la mitad de la cifra que predijo la Casa Blanca hace dos años.

De hecho, los inversores cuestionan su valor como fuente clave de petróleo, especialmente en un momento en que los preciso del crudo sufren el impacto de un exceso de producción además de la caída de la demanda derivada de la crisis económica tras el azote de la pandemia.

Según observa el WSJ, las reservas en el ANWR son inciertas y cualquier tipo de perforación genera animadversión entre la opinión pública, algo que hace que muchas grandes compañías no hayan mostrado gran interés en el asunto.

Tanto Goldman Sachs como Wells Fargo se encuentran entre las entidades financieras que descartan apoyar la financiación de este tipo de actividades en la zona. Incluso la británica BP, pionera en la perforación de crudo en Alaska, decidió el año pasado vender todos sus activos en el estado.

Los opositores a esta exploración aseguran que el refugio, una de las mayores extensiones de tierra virgen en los Estados Unidos, podría sufrir daños para siempre en la búsqueda de petróleo que supondría poco beneficio para los contribuyentes estadounidenses y un daño irreparable para el medio ambiente.

Al cerrar este año contratos entre el gobierno y la petroleras interesadas se dificultará cualquier proceso por retrasar o deshacer el plan de perforación incluso si los demócratas que se oponen al plan lograsen el control del Capitolio y la Casa Blanca, retrató eleconomista.es.

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